América Latina arma frente común contra avance del relato ambiental anti agro en la ONU

Los países de la región preparan una defensa unificada de la agricultura y la ganadería de cara a la cumbre mundial de Nueva York

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En acuerdo diplomático poco usual por estas latitudes, todos los países de América del sur y el Caribe coincidieron en armar un cerrado frente común con el que saldrán a disputar el relato ambientalista de corte anti agropecuario que los gobiernos regionales ven que gana cada vez más espacio en la ONU de cara a la Cumbre sobre Sistemas Agroalimentarios que se realizará en Nueva York en septiembre.

El escenario es el siguiente. Apuntalado en el renovado protagonismo que adquirió la agenda ambiental desde el estallido de la pandemia, la ONU organizó "la cumbre para impulsar reformas a los sistemas agroalimentarios en busaca de hacerlos más saludables, sostenibles y equitativos".

En el armado de los grupos de trabajo, el protagonismo lo  ganaron rápidamente círculos académicos, los pueblos indígenas, organizaciones juveniles, los grupos de consumidores y, sobre todo, activistas ambientales que buscan que la cumbre impuse "la concreción de cambios tangibles y positivos en los sistemas alimentarios del mundo". Fue así que se empezaron armar un ambiente  crítico contra la producción de proteína animal preponderando la visión de la agricultura como un problema ambiental.

Coordinados por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), los países de América del sur y el Caribe salieron a contrarrestar el relato buscando equilibrar la balanza discursiva incluyendo las perspectivas de los países productores con una contundente defensa de la agricultura y la ganadería sostenible. 

Fue así que los ministerios de Agricultura de todo los países del área elaboraron un documento conjunto de 16 puntos con el que llegarán a la pre cumbre, que se realizará a fin de mes en Roma, a buscar equilibrar la balanza en el foro global de la ONU que busca establecer compromisos que transformen los sistemas alimentarios.

Que países de signos políticos tan distintos como Brasil y Argentina o que naciones como Chile y Nicaragua coincidan en puntos fundamentales de la defensa de la producción agropecuaria, además de una exitosa coordinación del ICCA, la gravitacional importancia que tiene el sector en hispanoamérica y la voluntad de evitar la formación de un "sentido común" global que lo ponga en el banquillo de los acusados por el calentamiento global.

Para explicar el mensaje que llevarán a la pre-cumbre, este lunes el ICCA organizó una reunión virtual de tres ministros de Agricultura de la región y dos altos funcionarios de los Ministerios de Agricultura de Argentina y de Brasil, además del Director General del IICA, Manuel Otero,  con un grupo de periodistas de distintos países, entre los que estuvo Rosario3. 

Los tres ministros fueron Moisés Santiago Bertoni (Paraguay), José Ángel López Camposeco (Guatemala) y Saboto Caesar (San Vicente y Las Granadinas), quienes estarán en Roma, siendo Bertoni el portavoz de los países de las Américas. En sus presentaciones a la prensa destacaron "el papel irremplazable de la agricultura" ya que sin producción agropecuaria no hay materias primas para transformar en alimentos".

Los expositores también destacan a la agricultura como una actividad fundamental para erradicar la pobreza, impulsar el desarrollo rural y económico de los países de América del sur y que no es la principal causa de contaminación ambiental como buscan caraturarla en países centrales.

En esa línea, el Instituto propuso establecer en la pre-cumbre como principios generales que los productores agropecuarios deben estar debidamente representados; que las decisiones y las políticas que se adopten deben estar basadas en ciencia; y que la agricultura es parte de la solución de los principales desafíos que enfrenta la humanidad.

Si bien de la cumbre de la ONU no saldrán decisiones concretas que puedan afectar a la agroindustria latina, a los expositores les preocupa el mojón que deje puesto una línea de pensamiento claramente crítica que, incluso, puede llegar a servir de aval y antecedente para normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que atenten contra el comercio de materias primas, que es la fuente principal de las economías latinas.

En cierta manera, preocupa que quede instalado en la ONU un mensaje que está visto sólo de las perspectiva de los consumidores de los países desarrollados. Por ejemplo, se puso sobre la mesa la necesidad de reducir en la dieta la proteína animal, algo que puede aplicar a la Unión Europea, pero no en los países pobres y de desarrollo medio en los que a la gente le falta ingerir proteína animal. También poner sobre la mesa la visión del desarrollo rural como clave para combatir la pobreza y las migraciones internas. Y también, en materia cerealera, combatir con datos científicos la avanzada ideológica contra la incorporación de tecnología en el desarrollo de semillas y aplicaciones de insumos a los campos. 

“Si algo que se ha logrado con este documento es poner sobre la mesa, además de nuestro papel preponderante en materia de producción agropecuaria, el hecho de manifestarnos en conjunto, de manera propositiva, tener una voz fuerte mostrando que traemos soluciones a desafíos en común", señaló el Subsecretario de Coordinación Política del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Argentina, Ariel Martínez, quien también disertó en la reunión.

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