Cayó la disponibilidad de hacienda y más allá de los intentos del Gobierno por frenar la suba de precios de los alimentos, operadores del negocio ganadero ven muy difícil evitar que esto se traslade en un incremento de precios al mostrador.
Consignatarios advirtieron que en los próximos dos meses comenzará a sentirse la falta de novillitos y vaquillonas, y si bien la suba de precios no será repentina, podría alcanzar el 20% de forma escalonada, según publicó Bae.
Por el momento es imposible retocar los precios al público, habida cuenta de que las ventas cayeron 2,4% en los últimos tres meses y que el Gobierno reforzó los controles y relanzó el programa de Precios Populares. El mismo se compone de 6.000 toneladas mensuales, con nueve cortes parrilleros disponibles en algunas cadenas de supermercados nacionales.
En el caso de la hacienda de reposición, promedia los $265 por kilo, techo histórico para esta categoría. Además de la faceta productiva, los ganaderos buscan una opción rentable para reinvertir sus utilidades y la invernada pasó a convertirse en un refugio de valor. Esta situación, sumada al faltante general de bovinos, lleva a las cotizaciones al alza.
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