Argentina y el impacto de un “nuevo viento de cola”

Los precios de la soja y el maíz han subido generando un plus de unos 16.000 millones de dólares. ¿Qué está ocurriendo? El análisis del economista Juan Manuel Garzón.

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El escenario externo viene mostrándose muy favorable para Argentina desde fines del 2020 hasta el presente, en cuanto a precios de commodities agrícolas. Para el economista de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, esto ha generado una situación “ganar-ganar”. Esto es, más ingresos para el sector y sus eslabonamientos, más divisas para el país y más recaudación para el Estado.

Para ejemplificar, comentó que la cosecha (volúmenes aproximados) que tendrá finalmente el ciclo agrícola 2021/2022 vale 51.000 millones de dólares a los precios internacionales de este año, pero 31.000 millones a los precios del 2020, generando 20.000 millones de efecto precio. “Es tan buena la noticia como inesperada. Como no todos los granos se exportan, el premio que generan los altos precios en términos de divisas es aproximadamente el 80% de la cifra anterior, sumando 16.000 millones de dólares”, indicó.

Según su análisis, hay cinco factores que en mayor o menor medida impulsaron esta alza en los precios. Al respecto, enumeró: “las existencias globales; la aceleración y desaceleración de la economía china; la producción en Estados Unidos; la invasión de Rusia a Ucrania; los fondos de inversión en el mercado de Futuros de Chicago”.

Existencias globales

Garzón manifestó que se encuentran “relativamente bajas”, contribuyendo a mantener los precios elevados y generando más volatilidad frente a shocks de oferta y demanda. “Las existencias están cerrando el ciclo 2021/2022 sin recuperación respecto del año pasado y en el caso de la soja, con un retroceso equivalente a 3,7 puntos porcentuales del consumo de un año”, señaló.

Además, mencionó que China tiene el 37% de los stocks globales de soja y el 69% de los stocks de maíz. Si la existencia estuviera en manos de los exportadores, la demanda sería fácil de satisfacer, pero “al concentrarse en los importadores se acrecienta la tensión en el mercado”.

El economista Juan Manuel Garzón, de F. Mediterránea, analizó el mercado y sus factores.

Economía china

 

El crecimiento de la economía china se está desacelerando y el país recompuso sus existencias en el 2021. Por estas razones, se espera que las importaciones de este año sean menores que las del año pasado. Sin embargo, la desaceleración de las compras chinas está pasando desapercibidas por dos razones: “por un lado, la producción de los principales países productores (Argentina y Brasil) disminuyó por cuestiones climáticas porque mientras China bajó sus compras, Sudamérica redujo también sus volúmenes producidos. Por otro lado, la invasión de Rusia a Ucrania es el factor que domina actualmente la escena de los mercados globales.

Producción de Estados Unidos

Las primeras proyecciones del Departamento de Agricultura de EE.UU. indican que los farmers se inclinarían por hacer un poco más de soja y menos de maíz. De confirmarse, significa más oferta en el mercado del maíz y menos en el de la soja.

Además, el ciclo 2022/23 está teniendo problemas en el maíz, ya que la evolución de la superficie sembrada se encuentra por debajo de lo que suele ser el proceso normal. “A pesar de que esta situación todavía puede revertirse, la demora puede pasar alguna factura en los rindes medios finales de la campaña, y este es el tema que monitorea el mercado”, explicó.

Invasión de Rusia a Ucrania

El conflicto bélico generó un claro efecto negativo de corto plazo sobre la oferta global de granos y también afectó al mercado de los aceites, al ser Ucrania el primer productor mundial de girasol y exportador de aceite de girasol.

“A mediano plazo el efecto sobre la oferta global depende de qué suceda con la producción ucraniana y también de las secuelas que pueda dejar el encarecimiento de los fertilizantes, insumo crítico para la producción global. Sin embargo, está claro que otros exportadores deberán tomar el lugar de los países en conflicto y para que ello suceda el mercado debe moverse con niveles de precios más altos de los que venía mostrando”, señaló.

Fondos de inversión en el mercado de futuros  

Para el economista de Fundación Mediterránea, “son un buen termómetro de las expectativas” los fondos de inversión en el mercado de futuros en Chicago.

En ese sentido, indicó que “las estadísticas revelan que, en las expectativas de los agentes, ponderan más los factores alcistas que bajistas en lo que hace a precios posibles del cereal para próximas semanas”. De todas maneras, reconoció que empiezan a haber algunas dudas respecto al futuro de la oleaginosa, probablemente asociadas a lo que pueda pasar con la economía China en lo que resta del año y a un posible aumento de la producción de Estados Unidos de la mano de una mayor área de siembra.

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