Bolsa de Comercio de Rosario: arranca la ronda de reuniones para definir al nuevo presidente

Tras una tensa reunión de la Mesas Ejecutiva que tuvo lugar el viernes, salió la convocatoria a la mesa que busca definir una nueva hoja de ruta para la principal entidad empresaria de la provincia

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La Bolsa de Comercio de Rosario convocó para el lunes al mediodía a las distintas entidades que representan a los actores de sus mercados para con miras a intentar definir de manera consensuada los lineamientos que tendrá la próxima gestión y quién será a partir de diciembre su próximo presidente.

La convocatoria empezó a llegar el viernes por la tarde a exportadores, aceiteros, corredores, acopios y productores pero también a referentes del mercado de capitales, del mercado ganadero y del mercado de futuros. Y en la invitación se aclaraba que podían participar dos socios por sector.

La mesa es la instancia definitiva a la que los socios le ponen fichas para lograr un entendimiento interno que evite el surgimiento de una nueva gestión sin fuerte respaldo, cuando el análisis concluyente es que la Bolsa necesita recuperar el brillo perdido, o las elecciones internas, un suceso siempre traumático en entidades empresarias que tarda años en cicatrizar. 

La mesa intersectorial fue propuesta por el Centro de Corredores de Cereales antes las dificultades de la actual gestión en dejar ordenado la sucesión presidencial a un mes de realizarse la asamblea anual de renovación de autoridades. Dificultades que quedaron bien expuestas en una reunión de la Mesa Ejecutiva de la Bolsas realizada este viernes por la mañana, que terminó bien entrada la tarde y que tuvo momentos de fuerte debate interno.

La raíz del problema está en que de manera sorpresiva el presidente de la Bolsa, Daniel Nasini, anunció hace 15 días que no se presentaría por la re-elección pero tampoco dejó definido quién sería su sucesor. Sólo hubo, en público, un aventón para que su vicepresidente, Hugo Grassi (h), tomara la posta, misión que el corredor de cereales hizo propia.

Pero cuando comenzó a transitar los pasillos de la Bolsa para armar su lista y presentar su proyecto de gestión se encontró con que si bien los socios esperan que sea la conducción saliente la que guíe el proceso de renovación de autoridades, los tiempos cambiaron en la entidad bursátil y la construcción de poder ahora se busca que sea más horizontal y no tan vertical. 

Sobre todo luego de una gestión muy personalista como la de Alberto Padóan (Vicentín), que, a juzgar por los socios históricos, priorizó su agenda corporativa. Fue así que ante el inminente vencimiento del plazo para presentar una lista, la semana pasada la Bolsa decidió extender dos semanas la posibilidad de recibir listas y convocar a la mesa de consenso intersectorial que propuso el Centro de Corredores como salida institucional.

Una salida institucional que los principales directores de la Mesa Ejecutiva saliente deberían haber encarado en conjunto al no haber dejado Nasini un sucesor consensuado y no, como hicieron, dejar que Grassi recorra el camino sólo. Y es por eso que llamó la atención las diferencias con lo actuado por el vicepresidente que marcó con dureza en la reunión del viernes el secretario actual de la Bolsa, Fernando Rivero, sobre todo porque no se lo vio muy activo en buscar cómo dejar ordenada la transición presidencial de la Bolsa pese a tener el segundo cargo en importancia de la entidad.

Ese perfil bajo de Rivero buen puede estar explicado en que hasta hace poco fue la principal figura ejecutiva de ACA en la ciudad, la asociación de cooperativas que hoy está en el eje de las críticas en el mercado de granos por apuntalar la propuesta de la malograda Vicentín de pagarle los u$s400 M que le quedó debiendo al agro en 15 años y con una quita del 70%. Y si bien ACA es el principal acreedor comercial de Vicentín (no sólo por años se benefició con el plus de precio que le pagó Vicentín), a diferencia del resto de los acreedores del agro si prospera la convocatoria al final del camino la encontraría conduciendo los activos de Vicentín (pagados en su gran mayoría con los fondos de la propia aceitera) mientras que los acopios, corredores y productores terminarían de cobrar el 30% de lo adeudado recién en el 2036. Aunque también el perfil bajo de Rivero en la transición cuya marcha ayer criticó puede estar asociado a que fue secretario durante toda la gestión de Padoán, justo en un momento en que la institución quiere dar vuelta de página con esa herencia.

Como sea, pese a que el viernes a la mañana la situación estuvo tensa, la convocatoria que llegó luego de la Bolsa a las instituciones que la conforman  para la mesa intersectorial generó entre asociados la renovada expectativa de que de allí pueda surgir una hoja de ruta consensuada y liderazgos transversales que le permitan a la entidad recuperar ese vital impulso constructivo que la hizo líder nacional en la agroindustria.

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