Cautela y liquidez, términos claves para las empresas agropecuarias pensando en lo que viene

Con una inflación galopante y una fuerte suba de tasas, qué hacer es el gran interrogante. Ecos365 habló con el economista Carlos Seggiaro, que realizó un análisis crudo del escenario económico

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La recta final del año encuentra al país severamente afectado por una economía que, lejos de despegar, parece navegar a la deriva. Está claro que el Gobierno tiene un plan, que puede gustar o no, pero sin dudas las medidas y decisiones que lleva adelante tienen efectos nocivos para la ciudadanía en general y varios sectores productivos en particular.

Para entender el escenario y conocer qué estrategias pueden adoptar las empresas agropecuarias en un contexto bastante caótico, Ecos365 dialogó con el Lic. Carlos Seggiaro, un economista que al escucharlo hablar uno percibe automáticamente su procedencia, teniendo en cuenta su marcada tonada cordobesa. Cabe destacar que es un profesional muy reconocido en el ambiente agropecuario y agroindustrial, de los pocos que conoce verdaderamente la dinámica de los agronegocios.

- ¿Qué análisis hace de la política económica?

- En primer lugar, hay que decir que el Gobierno tiene un plan económico, a tres años, que es el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional [FMI] y no se apartará ni un milímetro de lo que establece. Se trata de una hoja de ruta acordada con el organismo. Es un programa a tres años que incluye objetivos monetarios, fiscales, cambiarios, que contempla un plan de inversiones y que tiene una política antiinflacionaria progresiva para encauzar la economía. En este contexto, el comportamiento de las variables no es de ninguna manera lo que la sociedad quiere ver. Entiendo que puedan plantear que el plan económico no le gusta, pero no que digan que no hay plan.

- ¿Y qué establece la letra chica de ese acuerdo?

- Lo que está escrito en el acuerdo es que el Gobierno argentino aplicará una política inflacionaria muy gradualista y por eso la expectativa es que el año que viene esté en el orden del 70%, suponiendo que este año estará entre el 95 y el 100%. Hay un plan de ajuste formulado con los acreedores que quieren cobrar en algún momento en los próximos tres años. Dentro de las cosas escritas en el acuerdo, uno de los temas más fuertes es que las tasas efectivas (no las nominales) se deben situar por encima de la inflación que calcula el INDEC.

- ¿Se está cumpliendo?

- Hoy un plazo fijo te da el 75% la tasa nominal anual, pero la efectiva está en el 107%. El Banco Central de la República Argentina viene cumpliendo con el acuerdo. Existe una variedad de opciones en pesos que son interesantes con respecto a qué hacer con esos pesos en blanco, porque después viene lo otro. De cualquier manera, las tasas están empezando a doler. Un productor el otro día me dijo que usó una tarjeta para hacer una compra y cuando vio la rendición había una tasa de interés implícita del 137%. En este escenario, todas las tasas de interés suben (cc, cheque, tarjetas). Es parte de la hoja de ruta de cara a los próximos meses y al próximo año.

El Lic. Carlos Seggiaro realizó un análisis crudo del escenario económico que afronta el país.

“Los créditos se van a parar”

En este escenario, las herramientas financieras se tornan inaccesibles. Y así lo explica el propio Seggiaro. “Con estas tasas de interés, los créditos se van a parar. Las familias y las empresas van a empezar a restringir la tasa de créditos”, reflexiona.

- ¿Y qué impacto tendrá en la economía?

- La realidad es que el Gobierno no tiene muchas herramientas para frenar la inflación. No es lo mismo que la inflación que calcule el INDEC termine el año en el 97%, a que termine en el 101%. Uno podría pensar que son cuatro puntos de diferencia, pero no. Son dos dígitos contra tres. Todo esto enfría la economía y está claro que hace dos meses que la economía muestra procesos de desaceleración, que va a continuar o profundizar. Hay sectores como el minero que van para adelante, pero la economía en su conjunto va a mostrar desaceleración y enfriamiento, que es en definitiva la estrategia para bajar la inflación.

- Con este plan, ¿la inflación puede bajar?

- Esto no es magia, elegis motorizar la actividad económica que te genera aumento de precios u optas por enfriar la economía. La inflación va a bajar porque habrá menos emisión, porque sube la tasa de interés, porque la economía se enfría. Eso es lo que dice el manual de economía. Se está en un proceso de dejar de emitir, de aumentar la tasa de interés, de ajustar las cuentas fiscales, la economía se enfría y es razonable pensar que la inflación tiene que descomprimirse.

Horizonte complicado para el agro

“Para el sector agropecuario el escenario es preocupante en otro aspecto. La economía mundial está en proceso de desaceleración, hay mucha preocupación por China, aumentan las tasas de interés, el dólar se revalúa. La única lectura alcista sobre los precios de las materias primas a nivel mundial son problemas de oferta de tipo climático”, analiza Seggiaro. Y reafirma: “las señales del mercado son bajistas porque la economía mundial no está bien”.

- Y entonces, ¿qué hacer?

- Mi consejo es el siguiente: cautela en los próximos meses, manejar la liquidez de la mejor manera que se pueda, no correr el riesgo de quedarse desfinanciado porque en un contexto como el que afrontamos es peligroso frente al nivel de tasas de interés que vamos a ver. En este escenario habrá un margen bruto agrícola menor, con más riesgo agronómico y tasas de interés más altas. Es necesario manejarse con precaución, más aún en el segmento de proteínas animal.

- ¿Por qué?

- Si pensamos en el sector porcino y/o lácteo, tenemos un componente del mercado interno que difícilmente se pueda recuperar porque el poder adquisitivo no está planteado que pueda mejorar. Si hablamos de la carne vacuna, la demanda no reacciona y no tiene por qué hacerlo frente al poder adquisitivo de la gente. Con este escenario, las chances que pueda recuperarse el poder adquisitivo son nulas o remotas.

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