Cepo al dólar, freno a importaciones y nuevos controles de precios: un escenario difícil para las empresas santafesinas

Los tres problemas que ven los empresarios locales. Evitan hablar de escasez, pero advierten una oferta reducida de productos en varios rubros

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Preocupación, sorpresa y escepticismo, fueron las primeras reacciones de empresarios santafesinos consultados por Ecos365, ante el impacto de las nuevas medidas impuestas por el Banco Central (BCRA) en conjunto con la Comisión Nacional de Valores (CNV), que restringen el acceso al mercado de cambios, limitando inclusive, el pago por compras al exterior. 

Sumado a las quejas ante las primeras señales que promueven desde la Secretaría de Comercio de la Nación en materia de controles de precios y aplicación de sanciones.

“Las señales no son buenas, vuelven a insistir en recetas del pasado que nunca dieron resultado y la falta de reglas claras ponen en riesgo a la recuperación”, advierten con énfasis desde el directorio de una importante industria alimenticia consultada. 

¿Qué pasa con las importaciones?

Hace unas semanas, el Directorio del Banco Central decidió modificar el mecanismo por el cual se realizan los pagos anticipados de algunas importaciones, los cuales durante lo que resta de octubre se deberán cursar a partir del despacho a plaza de los bienes. 

En líneas generales, a través de la Comunicación “A” 7375, la autoridad monetaria restringió drásticamente los montos que en concepto de anticipos al exterior se podían realizar -de US$ 1 millón a US$ 250.000-, también agregó la necesidad de solicitar autorización para pagos superiores a US$ 10.000 y la inclusión de nuevos trámites burocráticos para poder importar.

Lo cierto es que, desde junio pasado se encendieron las alarmas del Central, al detectar que se venían registrando pagos por un valor superior al despacho de mercadería a plaza.

Según datos del organismo, en junio se registraron importaciones por un valor de US$ 5.600 millones y pagos por US$ 5.900 millones. En julio esa relación fue de US$ 5.400 millones de importaciones FOB y pagos por US$ 5.700 millones. 

Pero desde agosto, esa brecha entre los pagos efectuados y bienes ingresados se amplió: de US$ 5.400 millones de ingreso de bienes, contra US$ 6.200 millones de pagos cursados a través del mercado de cambio y en septiembre US$ 5.500 millones de importaciones y US$ 5.900 millones de pagos.

Esta medida, señalan desde el Central, “apunta a equilibrar los pagos con los bienes ingresados al país”, de esta forma quiere asegurarse que los dólares que se destinan al comercio exterior se utilicen con fines productivos.

Ante estas nuevas restricciones, desde la Unión Industrial de Santa Fe señalan que muchas empresas se ven obligadas a cambiar la modalidad de pago con los proveedores del exterior.

Según la entidad fabril, el rubro automotriz y los relacionados a componentes electrónicos son los más comprometidos.

“Todo el que necesita componentes del exterior hoy está más complicado”, señalan desde la Unión Industrial Santa Fe.

O te achicas y compras menos, o recortas los plazos y esperas que vaya ingresando la mercadería para poder realizar otra importación”, comenta Alejandro Taborda, presidente de la entidad empresaria a Ecos365. “El resultado, es que se ralentiza la reposición de bienes”. 

Para seguir produciendo, la industria local necesita que ingresen materias primas y tecnologías que no se consiguen en el mercado interno. “Es un grave error, porque no tendríamos que tener restricciones para este tipo de insumos”, indicó.

“La verdad es que todavía no podemos hablar de escasez, pero sí hay una oferta reducida de varios productos finales”, manifiestan los industriales locales.

Y agregan que se corren riesgos innecesarios de escasez de mercaderías, que luego terminan reflejándose en los precios y si se mantienen en el tiempo, “tarde o temprano, impactan en la recuperación de la actividad”. 

Viejos problemas: mismas recetas, mismos resultados

Los dilemas del BCRA ante la falta de dólares.

 

“Vemos los cambios con preocupación”. Una vez más se improvisa en materia de restricciones y no hace otra cosa, que exponer los graves problemas que, desde años, tiene el Banco Central para administrar la escasez de divisas, expresan desde la Cámara de Comercio Exterior de Santa Fe (CaCE SFe). 

Son medidas ineficientes, son más los perjuicios que se generan en términos de funcionamiento del comercio exterior, que lo que podés frenar el drenaje de divisas, indican desde la entidad empresarial, en una charla exclusiva para Ecos365, en la previa de la “Semana Comex 2021”, que se realizará desde la ciudad de Santa Fe.

Estas restricciones complican de manera directa a cualquier empresa del país que tenga vínculos con el exterior y repercute particularmente en nuestra provincia, donde convive un polo productivo muy importante que queda expuesto a están nuevas regulaciones, explicó Carlos Rafaelli, gerente de la CaCE Santa Fe.

Al restringir el libre acceso al mercado de cambios para cancelar importaciones, se le impone trabas a la posibilidad de conseguir productos y servicios desde el exterior para seguir creciendo y “estas señales afectan a todo el sistema de negociaciones internacionales”, resaltan las empresas que agrupa la Cámara.

Argentina hoy tiene una posición interesante en materia de términos de intercambio, pero si el país deja de comprarle al mundo y cierra sus importaciones, lamentablemente desde el exterior también te dejan de comprar. “Estamos transformando un contexto favorable en una oportunidad perdida”. 

A demás, fue muy desprolijo desde cómo se informaron las nuevas medidas, a través de un breve comunicado, en la previa de un fin de semana “extra large” y con fecha de vencimiento el 31 de octubre. “Todo hace suponer que seguramente se van a prorrogar, cuánto menos, hasta después de las elecciones”, remarcó Rafaelli.

“Tratar de adelantar los pagos, no es una cuestión especulativa, es una manera de proteger el valor de la producción local”, señaló Rafaelli y agregó: "Para una empresa que vende en el mercado interno en pesos y tenga que cancelar obligaciones en dólares con proveedores del exterior, que mejor situación que exista un contexto de estabilidad cambiaria". 

“Decisiones como estas generan mensajes confusos que hacen que el mercado se repliegue y tome medidas conservadoras”.

Y agregó, las importaciones que se realizan en Santa Fe, en su gran mayoría son para abastecer las líneas de producción, porque se necesita algún insumo o una maquinaria específica. “No se generan para adelantarse a saltos devaluatorios de la moneda”, señalaron desde la Cámara de Comercio Exterior santafesina. 

Rafaelli: “Tratar de adelantar los pagos, no es una cuestión especulativa, es una manera de proteger el valor de la producción local”

Por su parte, desde la Unión Industrial de Santa Fe de manera muy gráfica resumieron los tres problemas que enfrentan las empresas a la hora de abastecer sus líneas de producción:

Que llegue la materia prima en tiempo y forma

La industria convive con dificultades de logística y muchos proveedores del exterior no entregan rápido la mercadería, expresó Alejandro Taborda y puso como ejemplo a Brasil, que últimamente está muy complicado para abastecer la demanda argentina. 

Demoras en la logística y sus costos

Otro inconveniente es la falta de flete, camiones o barcos. “Se puede tener muy aceitada la relación con el proveedor y la mercadería lista, pero hay demoras para conseguir el transporte”, señalan desde la UIA. 

Dificultad con los pagos.

Hay que realizar una ingeniería financiera para cuadrar la forma en que se liquidan las importaciones. Sumado a la burocracia para acceder a un mercado de cambios muy regulado e inestable. 

La respuesta del Gobierno ante estos inconvenientes está lejos de ser la más efectiva y las empresas santafesinas sostienen que el principal problema radica en la “falta de reglas claras”. 

El cepo se profundiza y complica cada vez más el abastecimiento de insumos para la industria y la inversión productiva, señalan y proponen que, en vez de tantas regulaciones y controles de precios, los esfuerzos estén enfocados en generen más oferta, más producción y más fábricas para agrandar la torta de la economía, impulsando actividades que generan trabajo, divisas y sobre todo bienestar. 

“El desafió es mucho más integral que fijar un precio de un producto o una divisa, o restringir los pagos al exterior, esas medidas cortoplacistas nunca generaron buenos resultados”, coincidieron. 

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