Cervecerías artesanales: un negocio que no para de perder espuma

Una nueva cervecería cerró sus puertas en Pichincha. Un referente de la popular zona afirma que el barrio perdió el 40% de sus locales gastronómicos desde el inicio de la pandemia

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La pandemia se cobró una nueva víctima dentro del rubro gastronómico. Se trata de la cervecería Zahlen que abrió sus puertas en la ciudad en el año 2016 en un local ubicado sobre la esquina de Avenida Francia y Brown. La marca comercializaba su línea de cervezas artesanales elaboradas en su propia fábrica que se encuentra a pocos km de Rosario, en la ciudad de Arroyo Seco.

Su apertura surgió de un grupo de amigos que decidió apostar al boom de las cervecerías artesanales, un formato que era furor en Argentina, y abrir su propio bar al que le sumaron una carta con variedad de comidas y tragos. La elección del local fue muy cuidada ya que, para asegurarse la clientela, decidieron instalarse en un barrio que se encontraba en pleno ascenso en cuanto a su movida comercial: Pichincha.

Según pudo averiguar Ecos365, los dueños del negocio decidieron no renovar el contrato de alquiler y bajar definitivamente las persianas luego de haber atravesado un año muy complejo. Al igual que todo sector gastronómico en general, enfrentaron una consecuente caída en las ventas producto de la crisis económica y las restricciones a la actividad.

A este escenario se suman las pocas expectativas de que haya una mejora a corto plazo teniendo en cuenta que la segunda ola es una realidad en Argentina y podrían decretarse nuevas medidas que limiten el funcionamiento del rubro. Hoy por hoy son muchos los bares que se encuentran en la cuerda floja y ven con preocupación la escalada de contagios y la posibilidad de que sus locales terminen de recibir el golpe final.

Del boom a la seguidilla de cierres

El boom cervecero fue una tendencia que comenzó con fuerza algunos años atrás y parecía no tener techo en Rosario. Algunas de las primeras marcas en irrumpir bajo este formato tienen una gran trascendencia al día de hoy dentro del sector, como Fenicia y Antares. De a poco, más nombres fueron copando el mapa y hasta bares tradicionales comenzaron a incluir opciones artesanales en sus menús.

Sin embargo, con la llegada de la pandemia comenzaron los cierres dentro de la gastronomía y llamó la atención que muchos de estos venían de la mano de cervecerías. Una de las razones era que muchas comercializaban cervezas producidas en otras ciudades y con las dificultades de circulación derivadas de las restricciones, se alargaron los tiempos y se encarecieron los costos logísticos de ingresarlas al mercado local. Otro motivo se debe a que la duración de las cervezas artesanales es relativamente corta y eso trajo aparejado pérdidas a los comerciantes cuando debieron cerrar sus negocios en la ciudad.

Uno de los cierres que más resonó el año pasado fue el del local de Antares en la esquina de Catamarca y Callao, el cual anunció que se reconvertía a “Masa Madre Bakery”, una cafetería con el foco en la panadería de masa madre. La decisión, tomada por los franquiciados, se debió a que se trataba de un rubro con mayores ventajas, sobre todo al funcionar de manera diurna. También está el caso de cervecerías que directamente optaron por bajar la persiana en Rosario, como Buho Beer Market, Blest, Malone Galpón de Birras, The Little bar y Patagonia.

Ante este panorama, Reinaldo Bacigalupo, titular de Mercado Pichincha, asociación que nuclea a los comercios de la zona, señaló a Ecos365 que todos los comerciantes se encuentran en estado de alerta ante la posibilidad de que surjan nuevas restricciones, algo de lo que todavía no fueron informados pero que presienten ante la suba de casos de Covid19.

"De los que están registrados en Mercado Pichincha, arrancamos siendo unos 60 negocios y hoy quedan 35, es decir que cerraron cerca de 25 bares lo cual representa un 40% de cierres. También hay varios que se reconvirtieron, cambiaron de dueños o tienen en venta el fondo de comercios. En líneas generales la gastronomía está fundida, la mayoría no pago la luz en todo el 2020, costó abonar los sueldos, no se sostiene de ninguna manera", precisó Bacigalupo.

El comerciante volvió a insistir en la necesidad de que vuelva el ATP para evitar que más negocios bajen sus persianas y remarcó que los bares y restaurantes no deben ser vistos como un espacio que fomenta contagios, sino como un punto de encuentro seguro entre las personas. "Estamos haciendo de todo para resistir y poder pasar este momento y necesitamos que las medidas del Gobierno acompañen", concluyó

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