El Gobierno impulsa un proyecto para que desde el 2041 no se puedan comercializar más en el país autos nuevos con motor de combustión interna. Para eso otorga una serie de incentivos a fabricantes y compradores de vehículos sustentables. Aunque de aprobarse faltarán 20 años para la entrada en vigencia de la norma, la misma ya está generando tensiones en toda la cadena.

La propuesta podría tratarse en las sesiones extraordinarias de enero y febrero, y es mirada de reojo por las petroleras, productores de biocombustibles y las terminales automotrices, que si bien apoyaron en parte la iniciativa, ahora reclaman un tratamiento más de fondo sobre el tema y advierte que la idea sólo quede en la prohibición de un tipo de vehículos, según consignó Infobae.

Es que creen que podría frenar inversiones de un sector muy activo y de peso dentro de las exportaciones locales. También consideran que tal como está, es un proyecto pensado para un país rico y no para uno con 40% de pobres. Además no hay que olvidar que la mitad de la nafta son impuestos, por lo que el Estado perdería mucha recaudación.

Además notan una incongruencia porque el Gobierno quiere que ese proyecto se trate en las inminentes sesiones extraordinarias del Congreso junto a otro de promoción a la industria de hidrocarburos para generar un nuevo marco jurídico que fomente la inversión en gas y petróleo. Por otro lado, choca con la idea de desarrollar Vaca Muerta.

Otro cuestionamiento es que la iniciativa es muy clara en cuanto a la promoción del uso de vehículos propulsados por motores eléctricos, pero no tiene en cuenta la cuestión tarifaria de la energía eléctrica ni analiza la infraestructura necesaria. Un cálculo lo demuestra: se estima que se necesitarán 48.000 millones de kwh anuales para abastecer a los autos eléctricos de Aargentina, lo que implica un 35% del consumo actual energético, cuando hoy los cortes son permanentes en verano por los saturadas que están las redes.

“Para avanzar con una iniciativa así, habría que trabajar en conjunto con automotrices, empresas de energía, de infraestructura, distintas carteras de gobierno. No alcanza sólo con escribir una meta recontra ambiciosa (prohibir la venta de autos a combustión en 20 años) para transformar la realidad”, dijo un empresario automotriz en off.