Con el río más alto: los rubros que salieron a flote y a los que el agua los tapó

La bajante histórica del río Paraná dejó de ser un impedimento para navegar. Ahora el desafío son los costos. Un repaso de las opciones en #Rosario

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A los amantes del río el frio no los detiene y la reciente crecida es una invitación para soltar amarras. Si bien la temporada fuerte es el verano y convoca a los más jóvenes, el otoño y el invierno se vuelven la fecha ideal del calendario para quienes esquivan el gentío, los paseos familiares y para quienes se vuelcan más a la pesca recreativa. No obstante, lo que ahora ocupa a los dueños de embarcaciones a motor son los costos que requiere salir a pasear. La lista empieza por el service tras haber estado parados con la bajante, el combustible, la comida y la bebida para pasar la jornada.

Al subir el nivel del agua muchos negocios en torno al río sintieron un alivio. Por ejemplo, implica mejores rendimientos para la pesca como fuente de trabajo y para actividades recreativas. En consecuencia, genera más movimiento para aquellos que se ocupan de poner a punto las embarcaciones de quienes antes estaban imposibilitados de hacerlo o temían salir a nevegar y sufrir algún accidente producto de la bajante.

"Hay demanda. Notamos que hay más acceso para la pesca deportiva e incluso los mismos pescadores se pueden meter más adentro para poder pescar y eso hizo que tengamos más empleo”, cuenta a Ecos365 Javier Lencina, mecánico de una náutica con sede en San Lorenzo, que también trabaja por cuenta propia a contraturno en su casa.

Además, afirma que con la pandemia el sector náutico la pasó muy mal y que al subir el río desde febrero se empezó a mover un 40%. No obstante, advierte que se puso un rubro bastante caro para la gente de clase media. Hoy el mercado más activo es el de lanchas grandes de 115 caballos en adelante que es consultado por gente de un nivel económico alto.

“Hoy no está al alcance de cualquiera. Los clientes que iban religiosamente al rio lo hacen con menos frecuencia y disminuyó mucho por el tema de los costos del combustible y que todas las cosas que tenés que llevar son caras", amplia Lencina. 

A esto se suma que muchos de los insumos y accesorios de las embarcaciones son importados y por ende su costo es en dólares, como por ejemplo los motores. La mayoría de las marcas toman en cuenta el tipo de cambio a precio blue y no siempre cuentan con la posibilidad de traer de afuera los repuestos. En esos casos no queda alternativa más que recurrir a los usados. Se destaca Honda, una de las marcas líderes del rubro que mantiene la cotización oficial.

“Hoy no está al alcance de cualquiera. Los clientes que iban religiosamente al rio lo hacen con menos frecuencia y disminuyó mucho por el tema de los costos del combustible y que todas las cosas que tenés que llevar son caras", amplia Lencina. 

El presupuesto para embarcarse

El promedio de consumo para ir ida y vuelta a Victoria son 25 litros de nafta en una embarcación tipo familiar con un motor fuera de borda de cuatro tiempos, 90 caballos. En tanto para una embarcación chica con un motor 40 HP de dos tiempos que lleva nafta y una proporción de aceite, puede consumir hasta 10 litros la hora de navegación.

En medio de un conflicto por el desabastecimiento de combustible, con tres aumentos en lo que va del año, el último aplicado en mayo, la nafta en Rosario se puede conseguir el litro Premium YPF a $159 y Super YPF a $131. En tanto el aceite pisa los $2000.

En cuento a la comida, en los últimos meses los precios pegaron un fuerte salto en la canasta de alimentos y bebidas. Según informó el Instituto de Estadísticas y Censos (Indec) la inflación de mayo fue del 5,1% y se desaceleró por segundo mes consecutivo desde el 6% de abril y el 6,7% de marzo. En tanto, para junio la inflación se mantendria en niveles elevados con la misma tendencia estimando que el año cerraría con un acumulado de 72,6%.

Lo concreto es que en los supermercados el kilo de asado de costilla y el vacío se encuentran en $1200, la entraña $1400 y el carbón $478 la bolsa de 5 kilos. Se suman las bebidas con y sin alcohol, la picada y las cosas dulces para la hora del mate. Con intentos por controlar el precio de la harina, la docena de facturas se paga $720 en las panaderías céntricas de la ciudad.

Para quienes además de pasar el día buscan quedarse a dormir en las islas las ofertas de camping, paradores y lugares de alojamiento también están a la orden del día. Los glamping, una alternativa intermedia que mixtura la experiencia de acampar en la naturaleza y reemplaza la carpa por dormis con varias comodidades entre ellas agua caliente y generador solar, la tarifa es $6000 por día para dos personas y $1200 por pasajero extra.

Guarderías y clubes náuticos

Los costos de alquiler arrancan desde $10000 para botes chicos dependiendo del lugar y se incrementan en base al tamaño de la embarcación. También varía si se trata de una cuna o en tráiler a la intemperie. En el caso de aquellos que sean propietarios, el costo a abonar corresponde a una expensa mensual.

Con un marcado movimiento estacional, después de Semana Santa muchos retiran de la guardería sus embarcaciones y las relocalizan en cocheras próximas a sus domicilios o en el garage de sus casas de fines de semana. La consecuencia es no encontrar nuevamente lugar en los meses fuertes y el traslado también supone sus contratiempos.

"Siempre para esta época sucede lo mismo en cuanto a la ocupación. Si en primavera hay 200 embarcaciones, ahora tenés 30 y la crisis influye. El que puede aprovechar tiene 40 kilómetros de delta para disfrutar", explica a Ecos365 Carlos Garmendia gerente de Puerto Ludeña.

Para garantizar la navegabilidad de sus socios las guarderías y clubes náuticos tuvieron que sumar infraestructura  para contrarrestar los perjuicios ocasionados por la bajante extraordinaria. Tras dos años y medios largos, la actividad hoy se encuentra operando con normalidad con la lógica merma de movimiento respecto a la época del año.

"Llevo años trabajando en esto y siempre para esta época sucede lo mismo en cuanto a la ocupación de la guardería. Si en primavera hay 200 embarcaciones, ahora tenés 30 y la crisis influye. El que puede aprovechar tiene 40 kilómetros de delta para disfrutar", explica a Ecos365 Carlos Garmendia gerente de Puerto Ludueña.

Desde el lugar, aseguran estar anticipandosé a los meses fuertes trabajando para terminar el plan de obra que incluye una nueva nave y un varadero único en la región por su dimensión destinado a la reparación de las embarcaciones. Muchas de estas deterioradas por estar apoyadas en el barro o bien por el desuso. 

En contraste, en los últimos días se registraron los niveles más alto en lo que va del año y en el puerto de Rosario el río alcanzó los 2,13 metros. No obstante, en el pronóstico diario del Instituto Nacional del Agua (INA) reza una leyenda que advierte que: “Si bien las condiciones son en general mejores que las observadas en 2020 y 2021, la perspectiva climática aún no permite establecer un límite temporal del escenario de aguas bajas predominantes iniciado en marzo de 2020

En ese marco, desde la guardería La Marea afirman que es imperioso no descontinuar las tareas de limpieza y dragado de sus respectivos espacios con las miras puestas en la temporada alta. "Estamos más tranquilos pero no fue fácil. No es sencillo conseguir una draga ya que no hay muchas. No es como un taxi que lo pedís y viene. También aprovechamos para hacer mantenimiento de los equipos que en el verano sufren un gran costo mecánico con las toneladas de peso que mueven", relatan a Ecos365  

Vale remarcar que la actividad de los kayak, las tablas de paddle surf y la motonáutica estuvieron siempre vigentes en tiempos en los que las embarcaciones no podían ser retiradas de las caletas y se espera que la tendencia continúe con la misma fuerza en los meses de calor.

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