Crearon dispositivo para eliminar el Covid-19 en oficinas y ahora buscan exportarlo

Sus lámparas con rayos ultravioleta sanitizan todo tipo de espacios cerrados, incluso colectivos. Ahora se asociaron con biotecnológica rosarina líder para mejorar el diseño

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Apenas comenzó la pandemia, crearon un sistema de desinfección para ambientes cerrados a través de lámparas con rayos ultravioletas, capaces de eliminar el coronavirus. Y lo que empezó como un exitoso prototipo, ganó escala, sumó modelos y ahora busca exportarse. En el medio, la startup de jóvenes bioingenieros cerró trato con la biotecnológica rosarina Terragene, para que la provea de un insumo clave que les permitirá visualizar la sanitización de los espacios.

“Vimos que en China utilizaba lámparas con rayos ultravioletas para combatir el coronavirus y empezamos a estudiar el tema. Descubrimos que había mucho aval científico en la materia y comenzamos a trabajar en el modelo propio”, señaló Santiago Romero Ayala, cofundador de Lumi. Concretamente, comprobaron que esta tecnología es capaz de dañar el código genético de microorganismos como hongos, bacterias y virus, evitando que se repliquen.

En principio la idea era desinfectar superficies, y en tan sólo 15 días se diseñó un equipo potente, destinado al personal de salud. “Desinfecta 64m2 en cinco minutos, y está pensando en la gran carga viral a la que está expuesto el personal de salud”, indicó en diálogo con Ecos365. Es tal su potencia que en ese periodo no puede haber nadie en esa sala para evitar cualquier daño físico. De cualquier modo, la lámpara detecta si ingresa una persona y entonces se apaga automáticamente. También puede controlarse por wifi. Los primeros desarrollos se entregaron al Hospital Posadas, y luego comenzaron a venderse a Jujuy.

Pero al ver que paulatinamente empezaban a retomarse algunas actividades y abrir lugares como consultorios, salas de espera y determinadas oficinas, los integrantes de Lumi empezaron a pensar en equipos menos potentes para ámbitos más reducidos. “Más allá de desinfectar una superficie, comprendimos que había que desinfectar el aire, y lanzamos el modelo aéreo y el Innovair, capaces de sanitizar con cinco personas adentro de una sala de hasta 16 m2, garantizando una carga viral baja todo el tiempo”, manifestó.

El Conicet y el INTI comprobaron la eficacia de estos modelos (se baja al mínimo la cantidad de microorganismos, al nivel de un quirófano) y su seguridad (no produce ozono, residuos químicos ni ruido), y eso los envalentonó para diseñar otros para colectivos de mediana y larga distancia, donde el aire recircula todo el tiempo. Una empresa de micros le compró diez.

Luego de ganar premios nacionales otorgados por el Instituto Balseiro y Nación, y de recibir asistencia económica del municipio de Paraná (donde lo fabrican), Lumi pudo mejorar diseños, subir producción, incrementar ventas nacionales y empezar a pensar en exportar. De hecho, ya están en tratativas para vender algunos modelos en Uruguay.

También llegó a Rosario, y tejió una alianza con Terragene, firma que la abastecerá de insumos importantes. “Un problema que tenemos es que como los microorganismos son invisibles, la sanitización no se ve, más allá de que se hace. Terragene nos brindará dots que son círculos que cambian de color a la exposición ultravioleta y te dicen cuántas dosis absorbió una superficie. De esta manera queda un registro visual de la desinfección”, explicó Romero Ayala. Actualmente Lumi se encuentra probando estos dots para sumarlos a sus diseños, mientras que la biotecnológica rosarina analiza a fondo sus equipos y no descarta incluirlos en su portfolio para colocarlos en algunos de los mercados externos donde tiene presencia.

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