Desde hace tiempo el campo adoptó la tecnología como parte imprescindible de su trabajo, lo que redundó en un fuerte crecimiento de la producción. Ahora este componente se aplica en otro ámbito, como es el de los negocios: cada vez más productores encuentran en los criptoactivos una alternativa válida de inversión, así como también se valen de los últimos y sofisticados recursos virtuales para acceder a información estratégica y adoptar la decisión más conveniente en cada momento.

América Agro, es una de las empresas de Grupo América, encargada de brindarle al productor acceso a información estratégica para hacer sus elecciones y, a la vez, le aporta asesoramiento especializado sobre distintas herramientas financieras para agregar valor a su negocio. Su objetivo es garantizar los requerimientos para la próxima siembra, renovar equipos, cancelar obligaciones que arrastran de antes y hasta concretar una inversión que permita preservar o aumentar lo que queda, es decir, la ganancia neta.

Sus especialistas prestan asesoramiento y elaboran recomendaciones a la medida de cada cliente con el objetivo de agregar valor a su negocio. Trabajan con las últimas tecnologías incorporadas a la actividad financiera y el agro, como GeoAgro, Blockchain y Criptomonedas. Todo ello con los más altos estándares en la ejecución de las operaciones en lo que hace a seguridad y trasparencia.

Indican que la estrategia puede ser diversificada, de manera que el cliente puede quedarse una parte en granos (ya sea físicamente o por una posición en el mercado a término Matba-Rofex), posicionarse en tipo de cambio, criptoactivos, acciones de la Bolsa de Nueva York (por ejemplo, Tesla, Apple, Coca Cola, AT&T), por medio de Cedears en la plaza local o en el mercado de capitales local, además de vender lo que necesite para comprar o renovar maquinaria o financiar la próxima cosecha.

Al respecto, Pablo Arcamone, presidente de Grupo América, marca que hoy el productor “no recurre regularmente a ese menú de instrumentos disponibles pese a que si hay un país donde vale la pena hacerlo es la Argentina. Por eso estamos convencidos de que es lo que se viene y de que cada vez más productores se van a especializar en este aspecto como lo han hecho antes con la incorporación de tecnología en todo el proceso de siembra”.

Y en ese sentido, comenta algo interesante: “A diferencia de lo que uno podría pensar, los productores más chicos son los más interesados porque son los que más necesitan asegurar su renta; los grandes, en cambio, tienen un margen mayor para manejarse. Nos preparamos para acompañarlos”.

“Hoy la tecnología permite acceder en tiempo real a un conjunto de datos estratégicos, como la información sobre mercados financieros, stocks de granos en Estados Unidos, evolución global de cultivos, tendencias de corto plazo que influyen en los precios, así como macrotendencias que alteran las estructuras de los mercados. Esa misma tecnología permite que un productor se comunique con su asesor financiero o su corredor de cereales de confianza sin moverse del pueblo o ciudad donde trabaja, y que ese profesional tenga toda la información sin moverse de la oficina, y así llegar a la decisión más adecuada”, describe Lisandro Lapunzina, director de Innovación del Grupo América.

“Nuestro objetivo es atraer la atención sobre las diferentes alternativas que nos brindan tanto los mercados de futuros y de capitales, las fuentes de financiamiento y los criptoactivos para diseñar una estrategia comercial en conjunto con el productor. El primer paso es la fijación de un piso y un techo al precio de los granos que él considere más conveniente para vender. A partir de ahí, siempre junto al cliente, evaluamos las diferentes posibilidades para definir un plan de comercialización específica”, explica.