El tema de los inmuebles de valor patrimonial volvió con fuerza a la agenda pública, a partir del notable deterioro que se registró en muchos de ellos en el último tiempo, además de la presión de propietarios y desarrolladoras que buscan avanzar en la descatalogación de varios. Desde el Concejo Municipal pidieron un informe detallado para saber cuántos son y cuáles son las condiciones de los acuerdos firmados con el municipio.

“Hay una gran preocupación de ciudadanos, empresas y organizaciones por el estado en el que se encuentran diversas viviendas catalogadas de valor patrimonial pero abandonadas hace años, que actualmente se encuentran en ruinas”, señaló el concejal Carlos Cardozo respecto al proyecto presentado junto a Alejandro Rosselló.

Como ejemplo nombró la Casa de Urquiza, en avenida Alberdi 1038 Bis, y la denominada Casa del Bajo, en la avenida Belgrano, entre la bajada Sargento Cabral y Tucumán. Agregó que hay “otros edificios que se encuentran en inminente peligro más allá del esfuerzo, como la Librería ‘Longo', en calle Sarmiento 1173, o el Hotel Britania, en San Martín, entre Tucumán y Catamarca”.

La preocupación llegó también al Colegio de Arquitectos de Rosario, desde donde advirtieron que la severa mirada del Ejecutivo muchas veces termina dilatando sobremanera la concreción de refacciones. Es más, indicaron que en algunos casos son tales los requisitos que se terminan perdiendo las inversiones, sobre todo las de envergadura. Como conclusión, muchos edificios quedan en ruinosas condiciones, acentuando todavía más el estado de abandono del centro, donde se ubica la mayoría de ellos.

En este sentido, en la comisión de Planeamiento se aprobó un pedido de informes para que se informe la cantidad en números y porcentajes de los convenios especiales celebrados entre el Programa de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico de la Secretaría de Planeamiento y los particulares en los últimos cuatro años, a los fines de dimensionar el alcance del tema.

También se solicitó la previsión presupuestaria y ejecución año por año en los últimos cuatro del Fondo de Preservación que fuera creado a través de la ordenanza Nº 5.278/91, y “pedidos de demolición de edificios incluidos en el Programa de Preservación por considerar sus propietarios que se encuentran en ‘estado de ruina’ “, también en los últimos cuatro años.

Estos pedidos, que se estima que serán aprobados en el recinto permitiría a los ediles contar con datos certeros antes de que el municipio avance en la reforma del catálogo, tal como se comenta. Y esto último no es un dato menor, ya que de acuerdo a las modificaciones que se hagan del mismo el precio de los lotes puede variar considerablemente.