Representantes de las pymes industriales reclamaron al Gobierno la implementación de un "Dólar-Pyme" que iguale a las fábricas manufactureras que exportan con los beneficios anunciados para el campo. Esto, en referencia a la última medida anunciada por el Banco Central (BCRA) de establecer un tipo de cambio diferencial para el sector agroexportador en busca de incentivar la liquidación de más de 24 millones de toneladas de soja.

Edgardo Moschitta, titular de la Federación Gremial del Comercio e Industria de Rosario (FECOI), se refirió concretamente a este reclamo y la situación que atraviesa la industria nacional debido a la escasez de divisas y la complicación para importar determinados insumos provenientes del exterior.

"En primer lugar, lo que tiene que quedar establecido es que un incentivo para que las pymes puedan exportar en mejores condiciones siempre es bienvenido y deseable, ahora relacionar esto con lo que se implementó ayer con respecto al agro me parece que ya requiere otras consideraciones", sostuvo el referente de FECOI.

En primer lugar, el industrial hizo referencia a que el agro paga un porcentaje de retenciones que la industria no y a su vez, consideró que el hecho de cambiar las reglas de juego "solo por un mes" no es una medida que vaya a beneficiar al sector industrial. Y es que el régimen especial para la venta de la cosecha de soja estará disponible solo hasta el 31 de agosto próximo.

"Una cosa es tener una silobolsa llena de granos que podés liquidar al exterior en un momento determina y otra cosa es encarar un proceso productivo, donde hay que desarrollar un producto e introducirlo al mercado, algo que lleva tiempo. La industria exporta productos elaborados, con una cantidad de procesos que hacen inviable que por treinta días pueda serle funcional una medida de este tipo así que si lo que se busca es equiparar las condiciones con el agro no lo veo bien", explicó Moschitta.

En concreto, el incentivo anunciado por el BCRA el martes define que sobre la liquidación de la exportación, que se realiza al tipo de cambio oficial y con retención de 35%, que un 30% pueda ser destinado a comprar divisas al valor del "dólar ahorro". Con el 70% restante el productor podrá realizar un depósito a la vista de libre disponibilidad y retribución diaria que actualizará con la variación del dólar oficial (dólar link).

En este sentido, Moschitta consideró que lo que necesita la industria para mejorar su competitividad hacia afuera es poder exportar con "condiciones estables a mediano y largo plazo", ya que no todas las mejoras en el comercio exterior pasan por el tipo de cambio sino por en generar un sistema cada vez más eficiente.

"Pensando a mediano y largo plazo, habría que poner en juego otras variables, no solo la variación del dólar sino otras deficiencias del sistema argentino como lo son los costos impositivos y de logística desmesurada que tienen algunas provincias para llegar a los puertos, la litigiosidad laboral, entre otras cuestiones. Servir sirve un dólar diferencial pero solo si se lo mantiene en el tiempo", indicó el industrial.

Problemas para importar

Moschitta también habló sobre la dificultad de las empresas para acceder a las divisas que se requieren a la hora de ingresar insumos importados para la producción de determinados desarrollos. Sobre este punto, señaló que no hay reglas claras y que el hecho de contar con diferentes tipos de dólares termina perjudicando a la industria nacional.

El referente de FECOI hizo hincapié en un problema que podría agudizarse si el Gobierno no soluciona la disparidad entre los tipos de cambio vigentes hoy en el mercado argentino.

"Lentamente el mercado de importación iría pasando hacia dólares alternativos de mayor valor debido a las restricciones que hay. Esto generaría un problema adicional en la ecuación financiera porque la empresa tendría que importar el insumo con valor de un dólar a 200 o 300 y pico de pesos y exportar a un valor de 130 pesos", opinó Moschitta.

También agregó que el Gobierno tomó medidas puntuales para estimular al sector industrial con programas de acompañamiento muy útiles en la pandemia pero que quedaron atrasados en relación al contexto que atraviesa hoy el país. "La industria necesita reglas claras y estables, lo demás no soluciona los problemas de fondo", sostuvo.