El Gobierno busca alimentar el consumo de cara a las elecciones

A través de cambios en Ganancias y Monotributo, inyecta dinero a la clase media. Sin embargo el alto nivel de endeudamiento y la crisis le pone un techo a la estrategia

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Cambios en Ganancias que reportarán desde julio un ingreso adicional total de $50 mil millones para la clase media - media alta y eliminación de la deuda retroactiva del monotributo que sumará $20 mil millones a los sectores bajo superior, medios bajos y medios. Las dos últimas medidas del Gobierno apuntan a inyectar dinero a un segmento social que viene sumamente golpeado por la pandemia, con el fin de reconquistarlo para las elecciones legislativas.

De acuerdo a los datos que manejan en el Gobierno, los cambios en Ganancia se traducirán en julio en un aporte de $8 mil millones a la economía, fundamentalmente destinados al consumo. Claro que esa masa de dinero que inicialmente se dejará de cobrar, se recuperará parcialmente (estiman que en un 22%) a través de otros impuestos como IVA o Ingresos Brutos.

Paralelamente, se busca con esto dinamizar el mercado interno, no obstante también hay coincidencia en que muchas familias lo destinarán a pagar deudas y recuperar el poder adquisitivo, muy golpeado por la inflación. Esto se apuntala con una ampliación de la ayuda a través del Repro II, entre otras herramientas. En cuanto a los segmentos más bajos, la apuesta pasa por ampliar la tarjeta alimentar, jubilaciones y asignaciones.

Teniendo en cuenta que el súper cepo que le pusieron al dólar, y las dificultades para viajar al exterior impuestas por la pandemia, a los ahorristas no les quedará demasiado remedio más que volcar el dinero al consumo doméstico. Eso sí, para que esto ocurra también será clave controlar la inflación, que lleva un año desbocada, y de a poco, ir aflojando restricciones sanitarias para que las actividades vedadas puedan volver a funcionar.

Pedro Cascales, dirigente empresarial de CAME, sintetizó el cuadro de situación, al asegurar que a nivel macroeconómico habrá una mejora del consumo con respecto a 2020, pero duda que el repunte alcance a los datos de 2019. “El empleado formal va a tener más para gastar, pero a la vez se perdieron en un año 220 mil puestos de trabajo formales, por lo que gente sin trabajo casi no consume, y el empleo informal pasa por una situación crítica”, aseveró.

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