El Gobierno se mostró confiado de lograr un acuerdo con el FMI sin que esto implique un programa de ajuste que frene la recuperación económica exhibida en el último tramo de 2021. Así lo expresaron el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, en la reunión que mantuvieron este miércoles con gobernadores.

“Para nosotros no es posible lograr la idea de una deuda sustentable que se funde en razones de ajuste. Para nosotros ajustar la economía es achicarla, dejar de crecer y hacer más difícil las obligaciones que tenemos con los acreedores externos”, dijo Fernández y añadió que la palabra ajuste “está desterrada de la discusión”.

Guzmán, por su parte, señaló que la diferencia entre lo que plantea el FMI y el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa “de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía". Del encuentro celebrado en el Museo de la Memoria de Casa Rosada participaron -de manera presencial y virtual- mandatarios y funcionarios de todas las provincias, con excepción del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Guzmán, acompañado por cuadros que se proyectaban en una pantalla ubicada a espaldas de la tarima en la que estaba sentado junto con el Presidente y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, presentó los lineamientos generales que lleva adelante el Gobierno para renegociar la deuda de u$s44.000 millones que el país contrajo con el FMI durante la administración de Mauricio Macri.

"Esta es una negociación que trasciende a mi gobierno y que llevará al menos 10 años" dijo Fernández, para luego subrayar que "ajustar la economía es dejar de crecer". En esta línea, el jefe del Estado manifestó que la Argentina "va a lograr una reestructuración conveniente" de la deuda con el Fondo.

La propuesta de Guzmán consiste en reducir el déficit de forma gradual, “de manera virtuosa” sobre un mayor crecimiento de la actividad económica, según indicó.  Para el ministro, los compromisos de deuda plantean una "situación absolutamente insostenible" al asegurar que el sector público y el sector privado en la Argentina deberían enfrentar vencimientos por u$s28.000 millones en 2022 y u$s30.000 millones en 2023, el doble del superávit comercial del país.

Asimismo, aseveró que "es necesario poder refinanciar esas deudas, porque representan la capacidad de seguir adelante con una visión de programación económica sin condicionamientos". Mientras admitió que se sigue negociando con el FMI, Guzmán concluyó: "En términos absolutos no existe un buen acuerdo, porque el mundo no cuenta con opciones que permitan generar un perfil mucho más suave y distribuido en el tiempo de los pagos”.