El acuerdo entre Mercosur y Unión Europea divide aguas en el empresariado santafesino

La agroindustria celebra el entendimiento alcanzado entre ambos bloques económicos, mientras que otros sectores fabriles lo consideran "ruinoso" 

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El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea divide aguas entre los principales actores de la actividad económica en Santa Fe. Desde la agroindustria consideraron como muy positivo el trabajoso pacto, mientras que desde los industriales de otros rubros manifestaron que será ruinoso para el sector fabril, fundamentalmente para las pymes.

De todos modos, todos los actores consultados por Ecos365 apuntaron que el acuerdo debe atravesar un extenso proceso para que se ponga en funcionamiento y estimaron que ese plazo no es menor a tres años y que recién para el 2030 podría entrar totalmente en vigencia dado los plazos establecidos entre ambos bloques económicos.

La Bolsa de Comercio de Rosario durante el fin de semana fue explícita en celebrar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.  "Constituye un punto de inflexión para la Argentina, que vivió en las últimas ocho décadas, salvo excepciones, casi cerrada al libre comercio con el mundo".

"Aunque restan las aprobaciones parlamentarias y un período de reducción gradual de aranceles para muchos productos, el acuerdo abre una nueva etapa para la economía argentina, que tendrá mejores oportunidades para recibir inversiones extranjeras, incrementar exportaciones y crecer en su PBI", resalta en un comunicado.

"El impacto positivo se registrará especialmente en el sector agroindustrial, que enfrenta restricciones para el ingreso de sus productos a los países europeos", agrega y resalta que la Bolsa de Comercio de Rosario "se congratula de este hito histórico y considera que puede constituirse en antesala para nuevos acuerdos con otros países y bloques".

En cambio, desde distintos sectores de la producción fabril de la provincia de Santa Fe consideraron que el acuerdo comercial se traducirá en "un duro golpe para las pymes y es volver al siglo XIX, porque significará primarizar más la economía argentina", señaló un industrial con muchos años en el gremialismo empresario que empuja un comunicado oficial de la entidad fabril a la que pertenece para sentar una posición más global. 

"Nos vamos a terminar fundiendo los industriales mucho antes con este acuerdo", apuntó un empresario rosarino al ser consultado por Ecos365. Otros fueron más cautos porque dijeron no conocer la letra del acuerdo, advirtieron sobre los plazos para su entrada en vigencia y plantearon sus dudas sobre la aprobación en el Congreso.  

Se estima que tardará alrededor de un año para las traducciones del texto al idioma de cada uno de los países socios. Después cada país miembro deberá aprobarlo en cada uno de sus congresos. Es difícil que en Argentina, dado el proceso eleccionario sea tratado en 2019.

De ser aprobado por todos los países miembros, a partir de allí empezarán a regir los plazos que fijará el propio acuerdo para una rebaja gradual de aranceles que se ampliará en 15 años. Habrá productos con desgravaciones inmediatas, y habrá canastas a 4, 10 y 15 años. En estas últimas ingresarán los productos más sensibles de cada lado.

Si se pusiera el acuerdo en vigencia totalmente hoy sería un mercado de bienes y servicios de 800 millones de consumidores y casi una cuarta parte del PBI mundial.

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