El agro teme por los fertilizantes y no augura "buenas noticias" de cara a la campaña gruesa

A partir de la Comunicación A 7532 del Banco Central, desde CRA manifestaron que el menor acceso a un insumo clave, como así también su encarecimiento, podrían ocasionar efectos muy adversos en la producción.

     Comentarios
     Comentarios

La Comunicación A 7532 del Banco Central modificó el sistema de financiación de importaciones y, hasta el 30 de septiembre, las empresas importadoras deberán buscar financiamiento para poder importar bienes cuando superen hasta un 105% del total importado durante el año anterior, medido en dólares.

Según el Gobierno, se restringe temporariamente el acceso a divisas del BCRA para "cuidar las reservas". De todas maneras, no queda claro si la medida se renovará o no el 1 de octubre, en caso que sigan faltando dólares, en medio de la actual crisis macroeconómica.

Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), reconocieron que el tema de los fertilizantes “es decisivo” para el sector. Según Fertilizar, en 2021, el consumo total de fertilizantes en Argentina fue de 5,6 millones de toneladas y el porcentaje de fertilizantes importado alcanzó en los últimos cuatro años un promedio de 65% del total de fertilizantes aplicado en el país. Cabe remarcar que los fertilizantes nitrogenados y los fosfatados son los de mayor utilización, totalizando el 92% del total.

Según el responsable del Departamento Económico de CRA, Ernesto O'Connor, entre los 15 primeros productos de importación en 2021 (INDEC), se destacan la urea con contenido de nitrógeno por US$ 726 millones y el fosfato monoamónico por US$ 590 millones. “Es decir, un total de US$ 1.316 millones en importaciones. Este valor se aproxima bastante al total de importaciones del sector agropecuario y agroindustrial, al que se debe sumar alguna maquinaria agrícola, piezas y accesorios, y otras importaciones menores”, remarcó.

Ante esa cifra, las exportaciones agroindustriales totales fueron en 2021 de US$ 52.382 millones, las de granos US$ 17.544 millones y las de aceites, pellets y harinas, US$ 22.293 millones. “El aporte neto del agro en divisas es más que elocuente”, afirmó.

El evidente menor acceso a fertilizantes frente a las próximas decisiones de siembra para la campaña gruesa 2022/23, y el encarecimiento del precio interno a partir de cierto desabastecimiento, no augura buenas noticias. Y así lo entiende CRA: “la siembra de maíz podría ser menor, redundando nuevamente en un esquema de rotación ineficiente, derivado de los efectos de las decisiones de política económica, que no permiten la mejor asignación de la producción agropecuaria, y afectarán el transporte, el empleo y la generación de divisas negativamente”.

Comentarios