El centro post Falabella: comerciantes piden fuerte plan de bacheo y mejoras en la zona

Hasta tanto se defina la ocupación del inmueble de La Favorita, y mientras se espera que el Concejo de luz verde al cambio de normativas en la zona, exigen medidas urgentes para no seguir perdiendo clientes

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La salida anticipada de uno de los últimos jugadores de peso del centro rosarino, como lo era Falabella, agravó el cuadro de situación de los comerciantes de la zona, que hace tiempo se encuentra abandonada, pero que la pandemia amenaza con convertir en un desierto. Mientras se demora el plan de revitalización del área, piden que al menos el municipio intervenga tapando baches y dándole una lavada de cara a las peatonales, para que no quede definitivamente en el olvido.

El día después del cierre de Falabella

“Ya estábamos veníamos muy golpeados después de más de un año de pandemia, pero con lo de Falabella será todavía más difícil sostenerse”, señaló a Ecos365 un comerciante con muchos años en el área. Y es que aunque la megatienda era una gran competencia para todos, también servía como atractivo para una zona que poco a poco los había ido perdiendo, en desmedro de los grandes shoppings de la periferia y comercios de barrio.

“La gente hoy prefiere quedarse cerca de su casa, por eso compra en locales de cercanía, o recurre a las compras online. Pero Falabella era un llamador, porque muchos la usaban para venir a pasear, y de paso, podían recorrer otros locales”, lamentó otro vendedor textil. Era tal la dependencia que muchos locales cercanos abrían los fines de semana o feriados sólo si la firma de capitales chilenos lo hacía.

Mejoras en la zona céntrica /Juan Pablo Allegue
Mejoras en la zona céntrica /Juan Pablo Allegue

Pero ahora ese cliente que llegaba de rebote se perdió, ya que se esfumó una razón de mucho peso para llegarse hasta el centro. No son pocos los que piensan que con el megaespacio de Sarmiento y Córdoba cerrado, serán muchos los negocios del entorno que más temprano que tarde seguirán el mismo camino. “La actividad en la zona no volverá a ser como antes porque Falabella nos era indispensable en la forma de trabajo, por eso creo que en unas semanas el impacto se sentirá con fuerza y podría haber más cierres de locales”, anticipó Fabio Acosta, de la Asociación del Casco Histórico.

Pedido urgente al municipio

Cuando este lunes la megatienda no levantó sus persianas y se conoció la noticia de que ya no volvería a atender al público (los empleados realizarán tareas administrativas hasta el 11 de junio), la incertidumbre volvió a posarse sobre el futuro del inmueble de La Favorita. Parece ser que esta vez está encaminada la llegada de un empresario con espalda para hacerse cargo del edificio (por el cual Falabella venía pagando unos u$s60 mil mensuales de alquiler) que será el encargado de administrar un consorcio y subdividir el espacio para posibilitar la llegada de unas 50 marcas locales.

Mejoras en la zona céntrica /Juan Pablo Allegue

Pero el acuerdo todavía no está sellado, y habrá que ver en qué momento se materializa. Todavía más tiempo falta para que el Concejo Municipal le de luz verde al proyecto de revitalización del área central, que en resumidas cuentas plantea la flexibilización de normas de construcción de viviendas para poblar la zona y generar un flujo continuo de gente, así como la adecuación de espacios en plantas bajas y terrazas para la instalación de bares y restaurantes. Si bien la iniciativa ya fue presentada por el Ejecutivo en el recinto, algunas voces creen que teniendo en cuenta los tiempos legislativos, la importancia del tema, el cruce de intereses que implica y el calendario electoral, no sería de extrañar que recién cerca de fin de año pueda registrar avances.

A propósito de la apuesta gastronómica, un grupo de empresarios del rubro pide reunirse con las autoridades para diagramar algún plan de facilidades para el desembarco en la zona, el cual luego pueda ser profundizado con la normativa que salga del Palacio Vasallo. La idea es empezar cuanto antes a cambiarle la cara al centro, y los bares y restaurantes constituyen una pata fundamental del proyecto, más allá de que en la actualidad, tras un año de fuerte pérdida en el sector, no sobre el capital ni las ganas de todos para concretar inversiones de gran envergadura.

Mejoras en la zona céntrica /Juan Pablo Allegue

En esa coyuntura, los comerciantes del Casco Histórico reclaman que al menos el municipio avance con el plan bacheo y reparaciones en general de veredas, ante la enorme cantidad de pozos gigantes, desniveles y pésimo estado en general. Días atrás mantuvieron una reunión con representantes de la Secretaría de Obras Públicas y del Distrito Centro, de quienes se llevaron la promesa de un pronto inicio de reparación del cruce de peatonal Córdoba y Mitre, al que le agregaron el del cruce de Córdoba y San Martín, y un mantenimiento general de esta última peatonal.

“Más allá de los negocios cerrados, el estado buena parte del centro es muy precario. Está lleno de pozos, es peligroso caminar porque mucha gente se han caído, y la zona está muy fea. Por lo menos si se hicieran estos arreglos puntuales, el aspecto general cambiaría”, consideraron. En épocas de tanta malaria como la actual, se pide al menos un lavado de cara.

Las obras en marcha

Semanas atrás, el municipio inició el denominado Operativo Centro en la cuadrícula delimitada por calles Oroño, Santa Fe, Mendoza y Laprida. En la cuadrícula se realizó un fuerte trabajo de mejoramiento del entorno urbano y movilidad. Es así que se hicieron tareas de fresado y repavimentación en el pasaje Álvarez y bacheo de calles y veredas en un amplio sector. También se limpió el albañal central de las peatonales Córdoba y San Martín y se ejecutaron cordones premoldeados en la plaza Pringles.

También hubo tareas de mantenimiento e higiene urbana como poda, relleno de cazuelas, limpieza de farolas, pintura de sendas peatonales, recambio de carteles históricos vandalizados, colocación de nuevos cestos papeleros y reposición de paradas de taxi. En tanto, la intervención principal de este operativo fue la delimitación del nuevo cruce peatonal en Córdoba y Paraguay donde se removieron las antiguas barandas y se habilitó un semáforo y senda. Además se instalaron rampas de acceso, nueva señalética y se redujo la calzada para generar un cruce seguro para peatones.

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