El conflicto Vaca Muerta escala entre firmas santafesinas por pedidos frenados

Se mantienen los cortes que bloquean los accesos a Vaca Muerta y a las rutas de la provincia, lo que genera que las empresas proveedoras no puedan colocar la producción

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El prolongado conflicto sindical entre el Gobierno de Neuquén y personal de la salud tuvo un nuevo capítulo en el día de ayer. El gremio ATE, de trabajadores del Estado, aceptó la propuesta de aumento realizada por la gestión provincial pero cuando parecía que las aguas iban a calmarse, se conoció que no fue el mismo caso para los autoconvocados que decidieron rechazarla.

Estos últimos son los que mantienen los cortes que bloquean el acceso a las rutas provinciales y a Vaca Muerta, lo que está trayendo dolores de cabeza y serios problemas para distintas empresas de Santa Fe que proveen con sus servicios y productos al yacimiento petrolero. Ecos365 se contactó con dos firmas de la región que trabajan en este nicho para conocer cómo se encuentran atravesando el escenario actual y sus perspectivas a futuro en lo que refiere a la actividad en el segmento del Oil & Gas.

Una de ellas es Sica Metalúrgica, ubicada en la ciudad de Esperanza, que se dedica a la fabricación de recipientes para el transporte y almacenaje de diversos tipos de gases y equipamiento para el rubro petrolero y tiene como cliente principal a YPF. La otra es Arsemet, oriunda de Armstrong, que provee de productos metalúrgicos a empresas de servicios que abastecen de agua y arena a las principales petroleras del sector.

Si bien ambas fueron positivas al considerar que el problema debería tender a solucionarse en el corto plazo, señalaron que en las últimas semanas se fueron acumulando máquinas y componentes finalizados que debían ser enviados a Vaca Muerta y cuyos pedidos permanecen frenados por la imposibilidad de concretar el traslado. También advirtieron que la situación es peor en otras empresas del rubro a las que directamente les fueron cancelados los encargos.

Sica Metalúrgica

En el caso de la firma esperancina, su titular, Jorge Simonutti, contó a Ecos365, que se están a la expectativa de que YPF les avise cuándo podrán ser concretadas las entregas. En su caso, tienen una amplia variedad de equipos destinados a la compañía que todavía no pudieron hacer llegar, entre los que se encuentran doce separadores, nueve de los cuales van montados sobre acoplados o semi remolques y seis unidades TEG que, según Simonutti, son equipos que se instalan normalmente en plantas de tratamiento de gas y ocupan mucho espacio por su tamaño.

"Invertimos pensando en todos los equipos que teníamos que entregar y no fueron entregados".

Esta semana, la metalúrgica tenían fecha de carga, pero el empresario afirmó que no creían que el envío fuese a concretarse porque no recibieron la orden de salida. También agregó que algunas máquinas incluso las tienen almacenadas desde noviembre sin poder entregarlas. Esto, ya que a finales del año pasado YPF frenó algunas de órdenes de compra y recién unas semanas atrás había vuelto a retomarlas, sin saber que los plazos de entrega se verían demorados por la actual pelea sindical.

Simonutti consideró que la situación no llega a adquirir un tono de gravedad al haberse desatado hace relativamente poco tiempo, aunque destacó que, de prolongarse, sí perjudicaría la facturación de la empresa que viene de realizar una serie de inversiones importantes para poder abastecer a esta industria

"Invertimos pensando en todos los equipos que teníamos que entregar y no fueron entregados. Con YPF hay algunos que tiene anticipo, otros que se van facturando a medida que se avanza con la producción, pero también hay un segmento en donde se paga a 30 día del envío. Ojalá se solucione lo más rápido posible ", destacó el directivo, quien también está al frente de Haizea Sica, conformada por Sica Metalúrgica en conjunto con el grupo español Haizea Wind Group, especializada en el desarrollo de torres eólicas, siendo una de las dos jugadoras del país que se concentran en este nicho.

En su caso, el panorama a futuro tampoco es muy alentador. Según explicó Simonutti, desde el 2019 no hay licitaciones de parques eólicos en Argentina y, si bien, hace más de un año la firma empezó a exportar a Estados Unidos, las utilidades y precios están muy venidas abajo por la situación actual del país, lo que generó una pérdida progresiva en la rentabilidad.

Actualmente, Haizea Sica está negociando con los socios españoles la posibilidad de fabricar ciertos tramos de torres en Argentina que luego serían enviados al país europeo para ser exportados desde allí a los diferentes mercados donde ellos tienen clientes. "La idea es que nos ayuden y podamos fabricarles algunos encargos desde nuestra planta para tener más trabajo", precisó.

Arsemet

La metalúrgica Arsemet llegó a ser caso de éxito de Vaca Muerta en el seminario Propymes del Grupo Techint. Todo comenzó en el 2013, cuando la empresa decidió empezar a explorar nuevos nichos para diversificar su producción y que esta no dependiese solo del empuje agro, ahí fue cuando apareció Vaca Muerta como mercado emergente y con importantes perspectivas de crecimiento en el país.

"Hay componentes terminados y los tenemos stockeados para poder mandarlos a Neuquén cuando los compradores nos den el ok. Fue como una cadena, las petroleras frenaron los pedidos, nuestros clientes a nosotros y nosotros tuvimos que poner en stand by el trabajo de otras firmas a las que les tercerizábamos una parte de la producción", contó Fernando Martino, gerente de Producción de Arsemet.

La firma venía en constante crecimiento dentro de este sector, el cual le significaba cada año un mayor porcentaje de su fabricación total. Fue una suba sostenida hasta la llegada de la pandemia, donde el mundo se frenó por completo y la actividad relacionada al petróleo y el gas pasó, según palabras del propio Martino, de 100 a cero en un instante. "No había perforaciones, ninguna operación", aseguró.

La santafesina logró hacer frente a este duro panorama al haber continuado inmersa en el segmento de la maquinaria agrícola, el cual contrario a casi todos los sectores industriales, experimentó un boom de ventas durante el año pasado. Esto le permitió mantener toda su plantilla de empleados, los cuales quedaron abocados por completo al desarrollo de piezas metálicas para dicho rubro.

"Habernos concentrado en distintos mercados hizo que pudiéramos mantener toda nuestra estructura para el sector petrolífero".

Ya a principio del 2021, la actividad había comenzado a reactivarse y las proyecciones de crecimiento a futuro, tal como señaló el empresario, eran buenas: "para este año nos imaginábamos un primer semestre tranquilo en el Oil & Gas y con poco movimiento y ya un segundo semestre más movido, lo cual nos hacía pensar que a fin de año podíamos llegar a un nivel de producción similar a la de fines del 2019".

Si bien en estos meses desde Arsemet pudieron concretar algunas ventas, el directivo destacó que el conflicto desatado unas semanas atrás generó incertidumbre. En su caso, el escenario no llega a ser de crisis debido a la posibilidad de desempeñarse en otros segmentos y al hecho de que muchas industrias a nivel mundial y nacional comenzaron a reactivarse, generando nuevos pedidos.

"Habernos concentrado en distintos mercados hizo que pudiéramos mantener toda nuestra estructura para el sector petrolífero, lo cual no es poco ya que en su momento abrimos un área especial de trabajo que nos conllevó la compra de nuevas máquinas, una ampliación de la fábrica y agrandar un 30% la plantilla de empleados", resaltó Martino.

En lo que va del año Arsemet lleva invertidos u$s 3 millones destinados a la compra de maquinaria de última generación y a sumar infraestructura en planta, proceso que planean profundizar durante lo que resta de este año y el 2022.

Entre las nuevas adquisiciones se encuentran plegadoras de mayor capacidad, máquinas de corte láser para cortar hasta dos pulgadas de espesor y una roto láser para el corte de tubos. El objetivo es estar preparados para incrementar la capacidad de producción, tanto para el agro, como para Vaca Muerta, con la convicción de que esta última logrará reponerse y recuperar todo su potencial en el mediano plazo.

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