El empleo formal de Santa Fe ya muestra mejores números que en la prepandemia

Con el repunte de la actividad económica, a comienzos de año creció fuerte la ocupación de mano de obra temporal, y ahora lo está haciendo la formal. La provincia es la de mejor desempeño entre las grandes jurisdicciones

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La provincia de Santa Fe consolidó en el segundo trimestre su recuperación económica, con casi todos los rubros mostrando un crecimiento de dos dígitos en la comparación interanual. Agotada la capacidad ociosa en muchos sectores, se reactivaron inversiones y la contratación de personal, primero temporal, y ahora ya formal. De hecho, los últimos números oficiales disponibles ya son mejores que los de la prepandemia. Sin embargo las restricciones sanitarias, y la crisis económica moderan las expectativas.

Se consolida la recuperación económica

El Indicador Sintético de Actividad Económica (Isae) medido por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) dio cuenta de un crecimiento interanual del 33,9% en abril, mostrando una variación acumulada del 11,2%. Los números provinciales no parecen espectaculares, sobre todo si se tiene en cuenta que en ese último mes medido la comparación es contra abril 2020, cuando regía la cuarentena estricta. Pero lo que marcan es que del rebote inicial se pasó a una consolidación de la recuperación, que debe apuntalarse con más mano de obra.

Agosto de 2020 fue el último mes de destrucción neta de empleo, y ya para septiembre de ese año se produjo una variación porcentual positiva del 0,4%. En octubre y noviembre fue del 0,3%, diciembre 0,1% y el 2021 arrancó fuerte con +0,8% en enero. En los meses siguientes siguió el crecimiento pero a ritmo más moderado: 0,3% en febrero, 0,4% en marzo y también en abril. Mientras en los primeros cuatro bimestres de 2020 había pérdida de empleo por goteo (salvo en abril, inicio de las medidas sanitarias duras, donde cayó 2 puntos), en los últimos dos del año pasado, y en el primeros dos de 2021 hay un goteo positivo, de creación de puestos laborales.

La película empieza a tener una trama positiva, y eso queda reflejado en las fotos: en febrero de 2020 (prepandemia), la provincia contaba con 486.700 trabajadores formales. Junio de ese año fue el peor momento de ese indicador, que reflejó una destrucción de 12.700 empleos formales (variación de -2,6%) y quedaron en pie 474 mil. Ya para abril de este año, el indicador habla de 490.800 trabajos formales en Santa Fe, con una variación positiva respecto a la prepandemia de 4.100 empleos (+0,8%).

La información proviene del Ministerio de Trabajo de la Nación, y es monitoreada de cerca por el Ministerio de Economía provincial liderado por Walter Agosto, desde donde destacan que Santa Fe es la única provincia de las grandes que muestra números positivos. Por caso, provincia de Buenos Aires exhibe en la comparación abril 2021 contra febrero 2020 una variación porcentual de -1,6%, Ciudad de Buenos Aires -4,2%, Córdoba -1,6% y Mendoza -4,4%. Hoy Santa Fe cuenta con más trabajadores formales que Córdoba (490.800 contra 484.900).

Rosario, epicentro de la recuperación

Los datos de empleo del primer trimestre acercados por el Indec marcan especialmente la recuperación del Gran Rosario, que registró una desocupación del 10,9%, cuando en el mismo periodo del año anterior ese indicador era del 12,9%. El último trimestre de 2020 el desempleo había alcanzado el 13,6% en el conglomerado. “Estamos notando un repunte fuerte del empleo formal desde el primer trimestre del año”, confirmó el secretario de Desarrollo Productivo municipal, Sebastián Chale.

“De marzo hasta acá, tenemos 120 búsquedas activas dentro de la Dirección de Empleo y muchas inserciones hechas, cosa que el año pasado todo eso era nulo”, agregó. Si bien consideró que la recuperación es “generalizada”, en cuanto a los sectores que mejor se perfilan mencionó la industria, la construcción y el sector servicios, mientras que el comercio está más rezagado.

Esto se ve reflejado en la variación porcentual de facturación de cada uno de estos rubros. En la comparación abril de 2021 contra abril de 2020, la industria manufacturera creció 114,3% (59,2% en la comparación del acumulado del primer cuatrimestre de cada año). Especialmente importante fue el desempeño de la metalurgia. Según la Asociación de Industriales Metalúrgicos (AIM), en el primer cuatrimestre de 2021 la facturación de los locales del sector habilitados en Rosario alcanzó los $22 mil millones, un nivel 163% superior a igual período del año anterior.

Por su parte, la construcción subió 53,6% interanual (20,9% acumulada), comercio 53,6% (27,8%) y servicios privados 16,1% (-0,3%). Esto llevó a que el total de facturación exhiba una evolución positiva del 50,7% (22,6% acumulada). La capacidad instalada se había achicado tanto el año pasado, que cuando empezó a crecer la demanda, quedó rápidamente en evidencia que se requería más mano de obra. Primero se apeló a contrataciones temporales, tal como fue reflejado por Ecos365 en un informe anterior, y luego en empleo formal, como lo están demostrando las últimas cifras.

Límites a la recuperación

“Al igual que en marzo, el aumento observado en abril se explica, en gran parte, por la fuerte contracción de la actividad económica producida en igual mes de 2020 con la etapa más restrictiva de la cuarentena. A partir de mayo es probable que los niveles de variación interanual de la actividad económica no exhiban este nivel de aumentos”, destacó un trabajo elaborado por la Fundación del Banco Municipal.

Mirando hacia adelante, el informe advierte que por una parte, se dejarán atrás los peores meses de actividad económica del año pasado, mejorando la base de comparación. Pero además, en los meses siguientes de mayo y junio la facturación privada local probablemente se vea afectada por las limitaciones de circulación ante la segunda ola de contagios de COVID-19. Quedará por ver cómo repercutió eso en el empleo, más allá de que luego de ese pico, comenzaron a flexibilizarse las actividades. No obstante, la pandemia lejos está de haber terminado, y la crisis económica mucho menos. A esto se suma la incertidumbre electoral, y la alta volatilidad que está mostrando el dólar, con el consecuente rebote inflacionario. Del manejo de todas esas variables dependerá el resultado final del empleo.

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