El freno a la importación de maquinaria pesada empieza a golpear a la construcción

La obra pública, pero también algunas privadas, se ven afectadas por las trabas a bienes de capital, que se suman a la escasez de algunos insumos

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El rebote post-pandemia de la construcción y la obra pública quedó atrás y el crecimiento es un hecho. Pero para continuar por esa vía ya no alcanza con la capacidad instalada, que está llegando a su máximo, sino que tanto para proveedores como constructoras se vuelve imprescindible la llegada de bienes de capital que no se producen en el país.

Pronta entrega por favor

Si a comienzos de año había demoras en los ingresos de estos equipos, ahora directamente está todo parado, ante la escasez de dólares. A eso se suma la falta de insumos importados y de combustible. En un contexto en el que las soluciones no parece que vayan a llegar en el corto plazo, crece la preocupación de empresarios y en algunos casos se empiezan a reprogramar plazos de entrega.

“Estamos registrando problemas con el capital de trabajo que necesitan algunas empresas, por ejemplo las viales”, admitió Rubén Llenas, gerente de la Cámara de la Construcción delegación Rosario. “Se trata de equipos pesados, de maquinaria que no se produce en el país, que es necesaria para la producción y que sin embargo hoy tiene demoras en los permisos”, agregó.

En diálogo con Ecos365, indicó que estas compras se planifican con mucha antelación, y que por eso este frenazo no ha golpeado a todas las empresas, pero sí a muchas que deben recurrir a equipos más antiguos, en algunos casos de menor capacidad de trabajo. “Cuando no llegan las máquinas, no queda otra que arreglarse con lo que hay a mano”, dijo.

En falta

Son más de las 7 de la tarde y Miguel Álvarez sigue esperando en las oficinas del corralón que lleva su apellido la llegada de camiones que quedaron varados por la falta de combustible. “Esto lo veo mal. Ahora la vedette es el gasoil, pero acá falta de todo”, se sinceró. Es que además de dificultades para acceder a créditos accesibles, no están consiguiendo que les aprueben el ingreso de nuevos camiones de gran potencia, ni maquinaria como palas mecánicas o equipos de bombeo de hormigón en altura. Ni siquiera hay neumáticos para reemplazar los viejos de las unidades más antiguas.

A esto se suma que sus proveedores como el de ladrillos cerámicos, o el de canteras de piedra, cada vez que deben renovar o ampliar su línea de equipos para hacer frente a la mayor demanda, también se encuentran con trabas, complicando toda la cadena. “Que se entienda: las maquinarias están en Europa, no es que faltan. Lo que no hay es dólares para traerlas. Esto no es nuevo, pero se potenció con la salida de la pandemia y ahora se ve a las claras lo degradado que está el aparato productivo, con una situación que se agrava día a día”, aseveró.

Estas complicaciones son más notorias en la obra pública, que viene creciendo fuertemente pero a la que mes a mes la inflación empieza a golpear, por la falta de una adecuada metodología de actualización de precios, ante una suba que no baja del 5% mensual. El golpe todavía no es tan notorio en el sector privado, en donde el principal problema está en la falta de algunos insumos, que buscan ser reemplazados, no siempre exitosamente, con otros nacionales. No obstante algunos desarrolladores advirtieron que la situación empezó a agravarse y el ritmo de construcción ya no es el mismo.

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