El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó hoy su nuevo informe mensual con las estimaciones sobre oferta y demanda de granos y subproductos en el nivel mundial. En este trabajo el organismo presentó sus primeras proyecciones oficiales sobre la campaña 2022/2023, todo en base a rindes de tendencia.

En maíz, Estados Unidos alcanzaría una producción de 367,3 millones de toneladas, casi 8 millones de toneladas por debajo de lo esperado por el mercado, mientras que en soja se proyecta una cosecha de 126,3 millones de toneladas, siendo mayor a la esperada.

En relación con la campaña 2021/22, con la cosecha acercándose al final en Sudamérica, la producción de Argentina y Brasil de soja tendría un volumen de 42 y 125 millones de toneladas respectivamente. En cuanto a maíz, la cosecha sería 53 millones y 116 millones de toneladas, respectivamente.

Proyecciones para el trigo

A poco menos de un mes del cierre del ciclo en Estados Unidos, por mayores exportaciones el USDA redujo su previsión sobre las existencias finales de trigo de 18,45 a 17,82 millones, frente a los 18,67 millones calculados por los privados.

En medio de la guerra entre Ucrania y Rusia, el USDA mantuvo la previsión de exportaciones de trigo desde estos países en 19 y en 33 millones de toneladas, respectivamente.

El dato que sorprendió a todos fue el ajuste hecho por el USDA sobre la previsión para las exportaciones de trigo de la Unión Europea, de 34 a 31 millones de toneladas, sobre todo porque el mes pasado el organismo ya había recortado las ventas europeas desde los 37,50 millones calculados en marzo.

Poco antes del cierre de la operatoria en Chicago, el cereal cotizaba 420 US$/Tn, subiendo más de 10 dólares respecto al cierre del miércoles.

Ajustada relación entre oferta y demanda

En definitiva, este nuevo trabajo del USDA deja en claro que la muy ajustada relación entre la demanda y la oferta de trigo persistirá en la campaña 2022/2023, que tiene en su horizonte interrogantes sobre Ucrania y que actualmente padece por el mal estado de los trigos de invierno en Estados Unidos y por la ola de calor que afecta los cultivos en la India, el país que se había propuesto elevar sus exportaciones y que ahora no logra silenciar los rumores sobre eventuales restricciones a las ventas externas.