El sector autopartista hace equilibrio entre las oportunidades y los obstáculos

El caso de Motor Parts, empresa santafesina que fabrica válvulas de competición y/o aviación, es un fiel exponente del valor agregado y la exportación. En medio de un contexto signado por numerosas complicaciones, ¿qué necesita el rubro?

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En tiempos donde los vaivenes de la macroeconomía pegan con fuerza al sector productivo, son muchas las empresas que buscan diversas estrategias para alcanzar la mayor eficiencia y productividad posible. Con obstáculos económicos, financieros e impositivos, entre otros, la realidad pone a prueba el ingenio y la tenacidad de quienes son emprendedores e innovadores por naturaleza. 

En la localidad santafesina de Lehmann, ubicada muy cerca de Rafaela, hace casi 35 años nació “Motor Parts S.A.”, una empresa dedicada a la fabricación de válvulas de competición y/o aviación, y otro tipo de aplicaciones difíciles y de bajo volumen. Con el paso del tiempo fue consolidando su crecimiento a partir del comercio exterior, teniendo en cuenta que prácticamente el 90% de la producción se exporta

La “foto” actual muestra un mundo ávido por los productos mencionados, con una demanda estable, y al mismo tiempo una reducción de la oferta global producto de la pandemia, que también ha incrementado los costos operativos.

El aliciente que presenta la empresa santafesina radica en la generación de valor agregado. “Fabricamos diez veces más de lo que se consume en el mercado interno y al estar en una ciudad chica, exportamos la tonelada de válvulas a un valor mucho mayor que aquel por el cual importamos la materia prima”, contó para Ecos365 el presidente de la compañía, Juan Carlos Basso

Vista aérea de la fábrica de válvulas.

Necesidades y preocupaciones

Definitivamente las decisiones políticas influyen, para bien o mal, en aquellas empresas que se fijan metas de largo plazo, con el conocimiento como estandarte. El caso de Motor Parts resulta emblemático a la hora de entender por qué, por ejemplo, un freno o el cierre de exportaciones puede complicar se sobremanera la actividad de una firma familiar, que genera mano de obra y comercializa en el exterior prácticamente toda su producción.

De la misma manera ocurre cuando el escenario se torna engorroso con los obstáculos que puedan existir, pensando en la importación de productos o mercadería. “Con respecto a la materia prima nosotros no contamos con producción nacional, por eso debemos importarla”, admitió Basso. Según trascendió, este año han surgido complicaciones en esta materia.

Sin embargo, una de las grandes preocupaciones del sector productivo pyme y exportador contempla al sistema financiero y la elevada presión tributaria. Actualmente son muchos los empresarios que coinciden en la necesidad de contar con una matriz tributaria para empresas que agreguen valor en productos exportables. Y mucho más aún cuando el sistema financiero representa una carga para firmas y emprendedores. 

Por último, Basso destacó: “Hay una oportunidad en Argentina para atacar nichos donde podemos ser más competitivos que la generalidad del mundo; los chinos todavía no hacen válvulas de competición y Europa no hace”.

En este escenario la lectura es clara y concisa: los dólares que necesita el país se generan con exportaciones y no con préstamos internacionales de otros organismos o países.

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