El vermú: más vigente que nunca, la puesta en valor de un clásico olvidado

Añorado por las generaciones de los abuelos, la bebida ya no pasa inadvertida por los más jóvenes y cada vez gana más adeptos. Cómo se ubica la tendencia a nivel local

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De un tiempo a estar parte, el aperitivo se instaló en la esfera gastronómica con fuerza dejando  atrás el bajo perfil en la góndola del supermercado. Ya no está solo en los recuerdos sino que resurgió para marcar tendencia. Su simpleza y estilo descontracturado lo convierten en una opción muy elegida por un público diverso y pudo hacerse paso en reuniones sociales, restaurantes, cervecerías ó inclusive en bares con una coctelería más refinada.

Revivir un ritual parece haber sido la llave para entrar nuevamente al mercado. Con el impulso de Europa y con preponderancia en España, la moda no tardó en llegar a Argentina donde se pudo capitalizar muy bien y las marcas nacionales lo aprovecharon. Mayor publicidad, visibilidad a través de referentes de la gastronomía, talleres a cargo de bartender a lo largo y ancho del país fueron las acciones elegidas.

“Nosotros lo impulsamos como bandera, es más que una moda, es más bien un estilo. Trasciende generaciones y cualquier condición social”, cuenta a Ecos365 Matias Dana, reconocido bartender local que desde el 2018 viene marcando el paso con su vermutería Belgrano, ubicada en el corazón del barrio que le da su nombre.

Desde entonces, el lugar no solo se ha convertido en un punto de encuentro para ir a disfrutar la gran variedad de tragos y vermúes en sus múltiples versiones.  También funciona como centro de referencia para esparcir el conocimiento en la materia contagiando a propios y ajenos a través de capacitaciones.

“Esto es parte de nuestra cultura y nosotros somos educadores. Al brindar los talleres les transmitimos a los consumidores la simpleza que hay detrás pero con todos los elementos para hacerlo bien”, describe Dana, quien además de ser un apasionado del tema es embajador de marcas como Campari, Cinzano y Cynar.

En una línea de tiempo, se podría ubicar que el quiebre en la coctelería se vio una década atrás con la irrupción del boom de las cervecerías artesanales. En el escenario global pero con foco en la ciudad de Rosario, las propuestas se multiplicaron y replicaron a un ritmo acelerado. De esta forma, las pintas, las papas con cheddar y el estilo industrial se convirtieron en un sello colectivo. Inclusive al día de hoy son contadas las propuestas que se diferencian de esa oferta.

 “Las tendencias en Rosario están muy atadas a la situación económica y hoy tenés pocos lugares alta coctelería. Lo que es popular como las cervecerías van a seguir y las vermuterías son una opción que compiten a la par”, describe a Ecos365 Pablo Pastinante, destacado bartender rosarino y asesor de bares.

Además, indica que la propuesta en la carta, la ambientación y la arquitectura del lugar son parte del concepto integral y es lo que va a definir el comportamiento de los clientes.

Es en este contexto, con un público avezado y en busca de opciones más relajadas, dónde prevalece el encuentro y la compañía parecen ser el punto de partida donde el vermú gana terreno con un espiral ascendente en su consumo.

Su fortaleza es sin duda su trayectoria histórica que rescata viejos consumidores y conquista a los nuevos porque se adapta a todo horario, no es pretencioso, no necesita servirse en una copa especial y en sencillos pasos está listo para disfrutar.

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