Cada vez es más difícil para las universidades locales conseguir docentes de asignaturas relacionadas con la tecnología, así como también personal para el sector informático. Los altísimos sueldos que ofrece el sector privado por la escasez de estos profesionales, que hasta triplican los abonados por las casas de estudio, convierte para estas en una misión imposible retener a los más destacados. Encima para los jóvenes no está entre las prioridades dar clases, retrasando el recambio generacional, y abriendo un interrogante sobre quiénes serán los encargados de formar a los programadores del mañana.

Faltan profesionales

“El mercado tiene una necesidad muy grande de personal calificado en materia informática y las empresas privadas pagan mucho mejor, por lo que se nos está yendo parte del personal”, sentenció Miguel Irigoyen, secretario académico de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), y agregó que el problema no es sólo local, sino que lo sufren todas las universidades argentinas. “Me tocó evaluar para la Coneau la gestión de la Universidad Nacional de Córdoba y ahí están sufriendo lo mismo”, resaltó.

Manejo de nuevas tecnologías, informática, software, sistemas, análisis de datos y ni que hablar expertos de rubros todavía más específicos como inteligencia artificial e internet de las cosas son sumamente disputados por las compañías argentinas, que deben competir en desventaja con las extranjeras que pagan en dólares. ¿Qué queda para las universidades? En el mejor de los casos, un docente titular con dedicación exclusiva y diez años de trayectoria puede acercarse al salario de algunos puestos de la industria local, al percibir en septiembre de 2021 $156 mil, según la escala de Coneau.

Pero los ingresos bajan a la mitad si su dedicación no es full time sino semiexclusiva, y a un cuarto si tiene dedicación simple. Incluso siendo exclusivo, pero en puestos inferiores como asociado, adjunto, JTP o ayudante, el salario se ve reducido exponencialmente. Mientras tanto, en el sector privado, jóvenes que ni siquiera alcanzaron a graduarse y tienen poca experiencia superan largamente esos salarios. Las diferencias son todavía mayores si la comparación es con el personal administrativo informático.

Los reemplazos

“Contamos con la carrera de Ingeniería en Informática y la UTN de la de Sistemas, y de ahí podemos conseguir personal, pero no es lo mismo reemplazar a alguien con años de trayectoria por un recién graduado”, dijo Irigoyen. Fabiana Riva, investigadora de la UTN Rosario y directora de cátedra en la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información, consideró que -al menos en su caso- el problema no se ve tanto ahora, pero sí se sentirá con fuerza a futuro.

“Hoy tenemos muchos docentes que además trabajan de la profesión por su cuenta, para empresas de acá o de afuera, pero lo que nos preocupa es el bajo recambio”, manifestó a Ecos365. “Los chicos no se interesan tanto en la docencia, no hay mucha capacitación docente para dar clases y va a ser difícil dentro de unos años, porque hemos duplicado la cantidad de alumnos durante la pandemia”, agregó.

El mercado tiene una necesidad muy grande de personal calificado en materia informática y las empresas privadas pagan mucho mejor, por lo que se nos está yendo parte del personal”, indicaron desde la UNL

Por su parte, Carina Olivares, coordinadora Carrera Licenciatura en RRHH de la UCA Rosario, diferenció lo que ocurre en el sector de la educación pública de la realidad de la privada. “Nosotros tratamos de armar duplas docentes en donde el titular suele ser el de mayor trayectoria en la profesión, y que se encarga de dar la clase porque le gusta transmitir su conocimiento, pero está acompañado de alguien más joven que le puede dedicar más horas porque tiene más energía y tiempo para hacerlo, además de que le sirve por estar en sus inicios”, comentó. No obstante, coincidió en que incluso por fuera del rubro tecnológico, está difícil conseguir docentes universitarios en general.

El caso de España

Para el presente ciclo lectivo, más de 700 plazas de docentes de matemática de secundaria quedaron sin cubrirse en España, debido a que la profesión –que antes tenía a la docencia como primera opción- ahora está siendo sumamente demandada por el mercado. Han tenido que reemplazarlos con químicos, economistas y hasta arquitectos.