El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) asegura que las empresas públicas reciben "más subsidios" que la Asignación Universal por Hijo (AUH) que depende de la Ansés y el Programa Alimentar del Ministerio de Desarrollo Social.

Este dato se desprende del último informe publicado por IDESA y en base al Presupuesto 2023. También resaltaron que la política fiscal y el crecimiento de la inflación no se resuelve con "ajustes tradicionales" como "licuar jubilaciones, demorar pagos a proveedores, posponer inversiones en infraestructura o crear nuevos impuestos".

Uno de los ejes para ordenar el Estado se basa en una "mejor organización del sector público", a través de cual se pueda alcanzar el orden fiscal, una de las medidas que el ministro de Economía, Sergio Massa, había prometido apenas asumió su cargo en reemplazo de Silvina Batakis y tras la salida de Martín Guzmán.

El programa de Massa establecía que el gobierno nacional cumpliría con la meta del 2,5%, que no utilizarían adelantos del Tesoro, que regiría el congelamiento de la planta del Estado y un reordenamiento de subsidios a la energía, entre otras cuestiones.

Para lograr este ordenamiento integral del Estado, según IDESA, el desafío debe centrarse en ordenar el sistema tributario, previsional y funcional. El instituto identificó que en el Presupuesto 2023 hay 33 empresas que son propiedad del Estado y de ellas 24 por "ser deficitarias demandan subsidios del Tesoro".

"Además del déficit financiero, muchas de ellas gozan de privilegios tributarios y regulatorios que les permiten eludir la competencia y/o distorsionar el mercado en su favor", subraya el informe.

Sólo considerando la cuestión financiera, las empresas estatales consumen más subsidios del Tesoro en comparación a dos de las principales prestaciones sociales de la Argentina.

A partir del presupuesto para el próximo año, se detectó que los subsidios a las empresas públicas incrementarán al 1,2% del Producto Bruto Interno (PBI), mientras que a la AUH se les destinará un 0,5% del indicador y al Programa Alimentar un 0,3%.

Otro de los datos que destaca el estudio es la distribución de subsidios para mantener "tarifas artificialmente bajas", como el Enarsa, Aysa y empresas de trenes para mermar la suba de tarifas y reducir costos a las que se destina el 1% del PBI. 

Aunque también, hay otros casos en los que los subsidios son "apropiados por los empleados y contratistas".

"Es el caso de Aerolíneas Argentinas, Intercargo, Correo, Nucleoeléctrica, Yacimientos Carboníferos Río Turbio, entre otras", que consumen el restante 0,2% del PBI.