Enorme preocupación en los matarifes por la implementación del troceo obligatorio

Desde el sector reconocieron que se trata de una buena medida, pero consideran que hay aspectos sustanciales que, de no solucionarse, harán inviable la iniciativa

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Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMYA) volvieron a expresar su preocupación por la implementación del cuarteo obligatorio a partir de noviembre. En su momento, la entidad apoyó la iniciativa, que apunta a la modernización del consumo introduciendo mejoras sustanciales en las condiciones laborales de los trabajadores del sector, pero ahora advierten que “no será viable de no solucionarse algunos aspectos sustanciales”.

En ese sentido, manifestaron que la adecuación de las plantas faenadoras “requiere inversiones, tanto en las plantas industriales como en la logística de distribución, que impactan en los costos y requieren plazos de amortización razonables”. Y admitieron que “si son desiguales, ponen en distintas condiciones de competencia a los actores del mercado”. Cabe remarcar que actualmente no se han cumplido las promesas de financiación de las reformas, “ya que los bancos dilatan y restringen la oferta de los créditos ofrecidos”.

Según la Cámara, el 90% de las plantas frigoríficas no cuentan con sistemas informáticos que aseguren la identidad, origen y propiedad de los cortes. “En este contexto, el Ministerio de Agricultura no ha reglamentado aún la modalidad de pesada, ubicación de nuevas balanzas y rotulación indispensables para los fines propuestos. La falta de trazabilidad impide la distribución de cortes según demanda que es uno de los objetivos más importantes del proyecto”, señalaron.

Créditos para adecuación de la logística

Pese las diversas notas, trabajos técnicos presentados y expresiones públicas de CAMYA, las autoridades no tienen ninguna propuesta concreta. “A la fecha, seguimos sin contar con suficiente transporte apto para la nueva propuesta”, admitieron.

Al mismo tiempo, informaron que no se ha reglamentado aún la modalidad de descarga que cumpla con lo reglamentado por las normas laborales, de un modo compatible con la cuestión sanitaria. Por eso, puntualizaron que “avanzar con el cuarteo para cargar, transportar y descargar carne sin cubiertas protectoras sobre las espaldas o brazos de los operarios, introduce más riesgo sanitario que el tradicional comercio de medias reses”.

Controles

Tanto el transporte como la descarga en carnicerías, en su inmensa mayoría, no tiene ningún tipo de control y no se ha avanzado en esta dirección. Desde la entidad que preside Leonardo Rafaela, el Estado “solo controla los frigoríficos del ámbito federal y llevan a cabo acuerdos políticos con algunas provincias, que carecen de base técnica y solo sirven para la foto de ocasión”.

Los matarifes sostienen que no han sido escuchados en el análisis técnico de estas y otras cuestiones referidas al proyecto para implementar el troceo. “Tal como está planteado, la implementación de este sistema solo promoverá la concentración en el mercado formal, y al mismo tiempo profundizará el doble estándar sanitario e impositivo en el mercado informal”, advirtieron.

Y agregaron: “de este modo, se facilitará la competencia desleal, porque inevitablemente el sistema “ajustará para abajo” y actores inescrupulosos del sector, seguramente minoritarios pero con fuerza suficiente para alterar el normal funcionamiento el mercado, buscarán sacar ventaja de este sistema afectando gravemente la actividad y las fuentes de trabajo”

Por último, reflexionaron: “es imposible que se solucionen estos aspectos del proyecto en los plazos previstos. Por lo expuesto, nuestra cámara es sensible y apoya toda medida que apunte a mejorar las condiciones laborales y sanitarias, pero se opone firmemente a esta modalidad de cuarteo obligatorio, que es solo una muestra de voluntarismo con poco sustento técnico”.

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