Estrella del fútbol guatemalteco y santafesino se la jugó por un negocio con raíces nacionales

En pandemia comenzó a acercar productos nacionales a Centroamérica y acaba de firmar un acuerdo de distribución con la red de estaciones de servicio Shell

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Pablo Jesús Mingorance, alias “Chicho”, es un joven oriundo de la ciudad de Venado Tuerto, Santa Fe que hace años se mudó de país para crecer profesionalmente en lo que siempre fue su pasión: el fútbol. Desde hace algunos años juega de cinco en el Coatepeque FC del departamento Quetzaltenango en Guatemala, pero su carrera hoy también lo encuentra centrado en un nuevo negocio que nació en plena pandemia.

Chicho empezó en el club Centenario de donde se fue al Jorge Newbery para luego saltar al Sportivo Las Parejas. De allí viajó a Guatemala, donde fue figura y capitán en el Guastatoya, Municipal, Siquinala, Antigua FC y Xelajú. Habiendo dado ya dos vueltas olímpicas en dicho territorio y con una larga trayectoria a cuestas, el deportista ya comenzó a preparar “el día después” su salida definitiva del deporte

Es por esto que durante la época de confinamiento, cuando las prácticas se detuvieron por completo el joven se lanzó a darle rienda suelta a un nuevo negocio. Aprovechando la curiosidad de muchos conocidos por probar la típica bebida argentina caliente, comenzó a vender diferentes modelos mates en el país centroamericano.

"Cada vez que subía una historia a las redes sociales, la gente me preguntaba qué era eso y yo les explicaba de qué se trataba. Un día conocí a un artesano que empezó a fabricarme los cuencos él mismo, mientras yo me encargaba de conseguir las bombillas y así empecé de a poco a promocionarlos", contó Mingorance y destacó que el primer mes logró comercializar 200 mates a través de su página de Instagram "Che un Mate".

Imágenes del feed de Instagram de "Che un Mate".
 

 

De a poco fue ampliando su cartera de producto y además de los mates de madera elaborados por su amigo, comenzó a importar mates argentinos forrados en cuero y distintos modelos de termos. "Pasaron los meses y no daba a basto así que le ofrecí a conocidos ayudarme con la distribución", contó Mingorance, quien hoy cuenta con 15 distribuidores repartidos en distintos departamentos de Guatemala.

Raíces argentinas

Con el emprendimiento marchando sobre ruedas, en marzo del 2021 el futbolista se mudó de barrio y conoció a "Polo", su socio en la actualidad. Juntos decidieron llevar el negocio a otro nivel y comenzar a comercializar otros productos típicos de Argentina como yerbas de distintos sabores, vinos, dulce de leche y hasta alfajores.

"Hice un acuerdo con la empresa rosarina Sin Culpa para vender esta clásica golosina en Guatemala".

Para esto, la dupla tuvo que crear su propia empresa con la cual acaban de obtener el certificado que los habilita a realizar operaciones comerciales en el país caribeño. Según Mingorance, para poder gestionar el ingreso de pedidos en la aduana y retirarlos deben presentar como importadores el registro sanitario con el cual el venadense viene de encargar su primera tanda de alfajores.

"Hice un acuerdo con la empresa rosarina Sin Culpa para vender esta clásica golosina en Guatemala, la verdad que estamos muy contentos. Incluso me escribieron empresas de Santa Fe que quieren trabajar con nosotros, está bueno porque acá aman los alfajores e incluso, aunque se vende dulce de leche, no tienen nada de parecido al nuestro", bromeó el deportista.

Aprovechando un contacto clave, Mingorance también logró establecer un convenio con la cadena Shell para vender sus productos en las 246 estaciones de servicio que tiene la empresa en el país. Por lo pronto se exhibirán solo los alfajores, pero los socios esperan poder ampliar pronto las categorías. A su vez contó que si bien está la idea de ingresar bebida alcohólicas "se trata de un sector complejo por el nivel de concentración de empresas que lo manejan".

Por lo pronto, el santafesino retomó sus prácticas de fútbol en el Coatepeque FC y aseguró que su nuevo emprendimiento mantiene su cabeza ocupada "de la presión y estrés futbolístico". A la vez destacó que lo ve como una salida a futuro, cuando decida retirarse oficialmente de las canchas. 

Vale destacar que parte de los ingresos que percibe actualmente por sus actividades comerciales son donadas a tres fundaciones para las cuales colabora desde hace años: El Patojismo, Education for the Children y Asociación dejando una Sonrisa. "Empecé a participar hace tiempo y así me fui metiendo cada vez más. Estoy contento porque se que puedo ayudar desde mi lugar", sostuvo.

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