Con la designación de Julián Domínguez como ministro de Agricultura el Gobierno buscó renovar el vínculo con el campo de cara a las elecciones de noviembre, sector clave para el ingreso de dólares. Como desafíos iniciales deberá dotar de volumen político a la cartera agropecuaria y abordar temas como las restricciones a las ventas externas de carne vacuna.

En general, las agrupaciones ruralistas valoraron su designación, y esperan que se permita retomar el diálogo entre la Mesa de Enlace y el Gobierno, con el fin de revalorizar el complejo agroexportador. Cuenta con antecedentes para fortalecer el vínculo, como fue el haber ocupado ese cargo en 2009, tras el conflicto por la 125, y reestablecer el diálogo entre las partes.

Tras su nombramiento, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), recordó que Domínguez "implementó un plan estratégico con visión de futuro, es una persona de diálogo con visión a favor de la producción y la tecnología".

La referencia es al PEA 2020, que apuntaba a generar una serie de medidas para incrementar la producción primaria y agregar valor en origen. Si bien no llegó a materializarse, este programa sentó las bases para pensar en el largo plazo y presenta algunas similitudes con el proyecto presentado con el CAA, que busca una ley propia para el sector.

Ahora deberá hacerse cargo de manera urgente del conflicto generado a partir de la Resolución 408/21, que limita las exportaciones de carne con destino a China. Las entidades agrarias descartaron un paro en estos momentos, pero exigieron respuestas. El otro tema sensible serán los derechos de exportación a los granos, y al respecto el Gobierno propuso en el Presupuesto mantener los actuales topes en retenciones hasta diciembre de 2024.

El Presidente de las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, dijo estar “expectante” respecto a un cambio en la relación entre las partes. “No obstante desde CRA sabemos que un cambio de funcionario no va a solucionar las cosas si el Gobierno no cambia su visión del sector agropecuario. La clave de lo que ocurra va a estar en base a lo que le dejen hacer", sostuvo.

En similar sintonía se mostraron desde Coninagro. "Lo importante es que haya un cambio real de actitud del Gobierno hacia el sector, y que esté dispuesto y lo dejen tomar las decisiones para abordar los problemas que hoy tenemos, en el sector y en la sociedad y economía en general", sostuvo Elbio Laucírica.

Por su parte, Gustavo Idígoras, presidente de la cámara argentina de la industria aceitera y miembro del Consejo Agroindustrial, consideró que Domínguez "tiene una oportunidad para trabajar en políticas de mediano y largo plazo con el consejo agroindustrial, pero antes debe resolver temas de corto plazo como levantar las restricciones a la carne vacuna. Del lado de la agroindustria estaremos tratando de buscar la mejor política al diálogo y esperemos que el Gobierno cambie sus políticas sobre estos temas".

Son récord las proyecciones de cosecha para la campaña 2021/2022, estimada en 130 millones de toneladas de acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).