Femtechs: la nueva revolución en salud femenina que crece en Santa Fe y el país

Dos startups santafesinas y una emprendedora de Buenos Aires cuentan sobre sus desarrollos y proyectos científicos para aportar soluciones a las mujeres en el campo de la salud 

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Es innegable el aporte que hicieron las mujeres al campo científico a lo largo de la historia. Sin embargo, su visibilidad fue creciendo con el correr de los años y hoy irrumpen en la escena regional y nacional de la mano de innovadores desarrollos enfocados en la salud y el bienestar femenino.

Desde la fabricación de ropa interior con tela "high tech", hasta la creación de un dispositivo de gestión menstrual con nanopartículas y la producción de un compuesto natural con principios antiage para productos de belleza y cosmética, emprendedoras de Buenos Aires y dos startups santafesinas combinan sus ideas de negocio con la ciencia para abrirse camino en el sector de las femtechs.

El mismo engloba a diversas tecnologías que apuntan a innovar en terrenos como la menstruación, la salud reproductiva, la maternidad, la cosmética y la menopausia, aunque también se incluyen aquellos desarrollos orientados a incentivar la participación femenina en carreras de ciencia, ingeniería, matemáticas e informática, entre otras similares.

Podría decirse que las femtechs encontraron en el movimiento feminista su impulso para crecer y expandirse a nivel global y si bien en Argentina todavía es incipiente, cada vez más mujeres comienzan a interesarse por este segmento. A continuación, tres proyectos para conocer en detalle cómo trabajan y piensan el mercado desde este sector.

Ropa interior absorvente y tecnológica

Romina Delichotti y Juliana Morales Rins son dos amigas que se volvieron socias de Freeling, una marca de ropa interior fabricada con tela de alta tecnología, pensada para la menstruación. El objetivo principal es ofrecer un producto cómodo para que las niñas y mujeres puedan usar durante su período y contribuir con un método “eco friendly” que permite disminuir la cantidad de residuos que se generan con otros materiales como toallitas y tampones.

"Romina tiene una nena de diez años que ahora en breve va a empezar a menstruar y todo arrancó cuando ella se imaginó teniendo que explicarle que iba a tener que usar una toallita que es algo súper incómodo realmente. Entonces nos lanzamos a pensar en cómo crear un producto que brinde confort y, al mismo tiempo, reduzca el impacto ambiental", comentó Morales Rins a Ecos365, quien además se desempeña como gerente de Marketing de Natura.

Juliana Morales Rins y Romina Delichotti.

 

El proyecto se inició en marzo del año pasado, pocos días antes de que la pandemia hiciera su aparición en Argentina. Lo que en un primer momento parecía una amenaza, fue sin embargo el puntapié para avanzar con el mismo dado que las emprendedoras tuvieron más tiempo para reunirse con especialistas e informarse acerca de los textiles, el diseño de las piezas y los cuidados para garantiza la salud menstrual.

"Textiles que absorban ya hay en el mercado argentino, pero que lo hagan en gran cantidad, que sean hipoalergénicas y sustentables no había".

Las bombachas son fabricadas por un taller textil a partir de microfibras y algodones especiales que permiten diferentes grados de absorción, de acuerdo a las necesidades de cada persona. Además de cumplir el propósito de contener la sangre, tiene otras ventajas como la capacidad de eliminar olores y bacterias. En cuanto a sus precios, arrancan desde los $4300 y van hasta los $5700.

"Fuimos estudiando diferentes telas por separado cada una con sus propiedades y la combinación de las tres hasta dar con el resultado final. Textiles que absorban ya hay en el mercado argentino, pero que lo hagan en gran cantidad, que sean hipoalergénicos y sustentables no había y desarrollar todo lo tecnológico para lograr estos puntos nos llevó mucho tiempo.", destacó Morales Rins.

En cuanto a su uso, la única precaución que hay que tener es no usar la opción de centrifugado a la hora de lavar la ropa interior y no agregarle suavizantes. La idea es que la misma pueda combinarse con otro producto para la menstruación o tener dos bombachas Freeling para ir alternando entre una y otra. A su vez, aclaran que a los 270 lavados la función antibacterial comienza a perder eficacia, pero continúa sirviendo como contenedora.

La marca fue lanzada formalmente al mercado a mediados de junio y las socias reciben consultas tanto de jóvenes como de mujeres adultas, algunas de las cuales preguntan si pueden ser usadas para otros casos como, por ejemplo, incontinencia postparto. El proyecto de Juliana y Romina a futuro es incursionar en nuevas líneas con textiles "high tech", como pueden ser el diseño de ropa deportiva y trajes de baño.

Licopenos para la industria cosmética

Producir principios activos para la industria cosmética y de compuestos vitamínicos, de una forma amigable con las personas y el medio ambiente es el leitmotiv de Pura Biotech, una startup nacida en Santa Fe que acaba de consagrarse como una de las dos ganadoras de la competencia "Idea-L Team", organizado por la Universidad Nacional del Litoral, a través de la Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica.

"Lo que buscamos obtener es un principio activo que se llama licopeno, un pigmento orgánico que le da el color rojo a los tomates y puede ser adquirido a través de ciertas comidas. La realidad es que no tan fácil incorporarlo por medio de una dieta y pensamos en ofrecerlo a través de cremas y cosméticos de una forma natural y principalmente apuntado al rubro femenino", precisó Araceli Simoneit, Licenciada en Biotecnología y artífice de la idea.

El resto del equipo lo conforman la Ingeniera Ambiental, Luisina Zanuttini, el Ingeniero Agrónomo, Federico Rodríguez Alonso, la médica, Florencia Porral, el Ingeniero Químico, Matías Mariño y la Licenciada en Administración de Empresas, Lucía Ferrari.

"El licopeno puede obtenerse de un síntesis química en laboratorios, pero nosotros buscamos extraerlo de una fuente natural para garantizar un producto vegano y sustentable".

Según precisó Simoneit, el licopeno tiene importantes propiedades fotoprotectoras y ya es usado por diversos laboratorios en cremas solares debido a su habilidad para filtrar los rayos UV. También es un antioxidante por lo que se agrega a diferentes maquillajes, cremas y serums por su efecto antiage. Por último, también puede utilizarse en compuestos vitamínicos acompañado de otros nutrientes, por su capacidad de reforzar el sistema inmunológico.

La idea de Pura Biotech es desarrollar un principio activo en formato polvo que contenga licopeno y pueda ser comercializado a empresas farmacéuticas y de cosméticas que buscan utilizar materia prima pura y de origen natural para sus productos, con el plus de mejorar aspectos de la salud de sus usuarios.

De izq a dcha. Florencia Porre, Araceli Simoneit y Matías Miño.

 

"El licopeno puede obtenerse de un síntesis química en laboratorios, pero nosotros buscamos extraerlo de una fuente natural para garantizar un producto vegano y sustentable. Igualmente hay un proceso científico detrás para obtenerlo y desde la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas donde yo trabajo nos autorizaron a hacer las pruebas en el laboratorio", explicó la científica.

El compuesto puede conseguirse a través de dos técnicas. Una es a partir de la fermentación de un hongo que lo produce naturalmente y que, según Simoneit, no depende de factores climáticos, condiciones del suelo y viene siendo la más utilizada entre los grandes laboratorios que lo producen. También hay una segunda opción que es extraerlo de desechos de frutas y verduras como tomate, zanahoria y batata boniato, generando un sistema de economía circular donde cada elemento es reutilizado.

"Durante el Idea-L Team tuvimos el asesoramiento de la empresa Lipomize y eso nos sirvió para hacer crecer el proyecto y prepararnos para el trabajo en campo. Lo próximo que tenemos que presentar es un prototipo de producto con licopenos para que la gente lo pueda conocer y a partir de eso, una vez que hagamos todas las pruebas necesarias, podremos postularnos a otros concursos para conseguir financiamiento", destacó la biotecnóloga y agregó que el objetivo es tenerlo listo antes de fin de año.

Nanotecnología para la gestión menstrual

Flux es el nombre de un equipo interdisciplinario formado por jóvenes santafesinas que apuntan a revolucionar la industria de la higiene menstrual a partir del uso de nanotecnología. Su proyecto plantea la creación de un textil funcional sustentable que pueda ser utilizado durante la menstruación y que además contenga hilos impregnados con nanopartículas por su acción bactericida y sus capacidades antimicrobianas.

"Estos nanocompuestos cumplirán una función absorbente y antibacteriana, pudiendo prevenir la generación de olores e infecciones", señaló Morena Vicente, comunicadora social y una de las integrantes de Flux. El resto del equipo está conformado por las biotecnólogas, María Laura Rodríguez y Valeria Simonutti, licenciada en Diseño Industrial, Paula Portmann, la especialista en Comercio Exterior, Virginia Rivero y la contadora pública Marcela Cozzi.

Cada una sumó su expertise para poder conformar las distintas patas de esta iniciativa que apunta a consolidarse en el campo de la salud y acaba de resultar ganadora del Concurso de ideas ProyectáBio, que organiza la Universidad Nacional del Litoral (UNL), a través del Programa UNLBio de la Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica.

"Para tomar consciencia, en un año los residuos no reciclables por tampones y toallitas en Argentina equivalen a nueve estadios de fútbol".

El dinero que recibirán como premio será utilizado para comenzar las pruebas con nanocompuestos con el objetivo de validar un prototipo de tela activa que sea factible de utilizarse en salud íntima. Si bien la nanotecnología hoy es criticada por algunos sectores que señalan que podría ser riesgosa para la salud, las nanopartículas permiten ser envueltas de tal forma de cumplir su función sin entrar en contacto con la vulva.

El equipo al frente de Flux.

 

Vicente sostuvo que el proyecto surgió debido a que los productos para gestionar la menstruación presentes en el mercado y accesibles al bolsillo producen daños en el cuerpo al exponerlo a químicos y residuos de pesticidas. También explicó que generan una gran cantidad de desechos que afectan al medioambiente: "para tomar consciencia, en un año los residuos no reciclables por tampones y toallitas en Argentina equivalen a nueve estadios de fútbol".

Si bien el formato todavía no se terminó de decidir, barajan que sea un textil en forma de toallita o bombacha, que respete al 100% el cuerpo de las mujeres y personas menstruantes y pueda ser reutilizado para evitar la acumulación de desechos.

El equipo viene siendo asesorado por la empresa Nanotek, cuya área científica está alojada en el Parque Tecnológico del Litoral Centro: "Estamos esperando que sea haga efectivo el fomento de ProyectaBío para iniciar las pruebas y vamos a ir impregnando distintas telas con diferentes nanocompuestos que pueden ser plata, contando con su ayuda a la hora de realizar las evaluaciones para determinar qué formula es la indicada", señaló la emprendedora y aseguró que pronto habrá novedades sobre el desarrollo.

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