Golosinas saludables: el proyecto santafesino que ganó una competencia nacional

De los 16 equipos ganadores en la edición de este año, solo uno representa a la provincia de Santa Fe. Historia del proyecto y planes en carpeta 

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Con casi 4 mil emprendedores inscriptos, Banco Macro junto al IAE Business School, Escuela de Negocios de la Universidad Austral, dieron a conocer a los proyectos ganadores de la competencia NAVES 2021. Se trata de un programa que apoya a emprendedores y startups de todo el país para que puedan desarrollar sus proyectos y que de los 16 finalistas tuvo a un ganador por la provincia de Santa Fe.

Se trata de Sweet Power, una marca de suplementos nutricionales en forma de gominolas creada por el emprendedor Leonardo Cristaldo, oriundo de la ciudad santafesina de Santo Tomé. La misma busca mejorar distintos tipos de problemáticas relacionadas a la salud, la mala alimentación y el rendimiento físico y está destinada a niños, deportistas y adultos mayores.

"La final se hizo el jueves de la semana pasada y quedamos seleccionados 16 proyectos de los 3900 que se inscribieron en la primera etapa. En nuestro caso salimos segundos en la categoría 'Idea de Negocio' y expusimos en la sede de la Universidad Austral en Pilar, y ante importantes CEOs de empresa que formaban parte del jurado y que decidieron premiar nuestra propuesta", señaló Cristaldo a Ecos365.

Los caramelos para niños están pensados en formato de gomitas.
 

 

El programa tuvo inicio en mayo de este año y los emprendedores podían aplicar su proyecto a tres categorías distintas: Idea de negocio (de la cual resultaron premiados ocho emprendimientos), Empresa naciente y Nuevo proyecto de empresa (para estas dos últimas resultaron ganadores cuatro proyectos por cada categoría).

Para llegar a la instancia final, desde un inicio el equipo de Sweet Power tuvo que superar cuatro "pitchs" (presentaciones para defender su proyecto), la entrega de un plan de negocios, proyecciones financieras, resumenes ejecutivos y asistir a diferentes cursos de formación empresarial. Durante este camino, Cristaldo destacó que fueron evaluados por más de 40 jurados.

Finalmente, los tres primeros puestos de cada categoría ganaron como premio un viaje de formación internacional a Israel, donde se encuentra un gran polo de emprendedurismo innovador. Por su parte Cristaldo, junto a los otros dos proyectos que quedaron segundos en las otras categorías, obtuvieron como premio 25 horas de consultoría legal, u$s 5 mil en servidores de Amazon en la nube y 50 horas de capacitación en el IAE.

A su vez, el emprendedor agregó que desde el Banco Macro les prometieron que por ser finalistas podrán acceder a mentorías dictadas por alguno de los jurados de la competencia que ellos elijan. 

"Después de realizamos nuestra exposición, se nos acercó mucha gente que nos hizo recomendaciones para poder crecer y con la cual intercambiamos contactos. También se nos acercó el CEO de un laboratorio multinacional y nos dijo que estaba muy interesado en el proyecto y en invertir en nosotros así que tenemos mucha esperanza en conseguir financiamiento necesario para avanzar", señaló Cristaldo.

Idea de Negocio

En octubre del año pasado, Cristaldo comenzó a trabajar la idea de Sweet Power dentro de UNL Potencia, un espacio destinado a preincubar startups regionales dependiente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). En el marco de esta participación el proyecto obtuvo en mayo una mención especial en el concurso “IDEA–L TEAM, Mi primera start up”, organizado por la Universidad, a través de la Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica.

“Cuando arrancamos presentamos la idea de producir caramelos saludables para aportar valor nutricional a las personas que buscan mejorar su desempeño deportivo. De esta forma, llegamos con un producto práctico a la hora de ser ingerido y transportado, a diferencia de lo que hay hoy en el mercado que son polvos para batidos o barras proteicas de gran tamaño”, precisó Cristaldo.

El resto del equipo está integrado por Uriel Navarro, estudiante avanzado de Biotecnología, Andres Burkett, especialista en Marketing y Sandra Gympel, licenciada en tecnologia de los alimentos. 

Pero a medida que pasaron los meses la idea se fue transformando y decidieron anexar el segmento infantil. Leonardo explicó que esta decisión estuvo motivada por Franco, su hijo de siete años quien, debido a su autismo, realiza una alimentación selectiva donde elige no comer ciertos alimentos por sus texturas u otras características. 

Leonardo junto a su hijo Franco.
 

 

"Nosotros buscamos llegar a niños, adultos mayores y deportistas a través de golosinas que van a producirse a partir de la tecnología de microencapsulacion y en distintos formatos como bocaditos y barritas,. Igualmente en la competencia nos centramos en el segmento infantil a través de unas gomitas que van a tener un complemento de 30 nutrientes", explicó Cristaldo.

En este sentido, explicó que el objetivo es montar un laboratorio para producirlas a gran escala y que los siguientes pasos están centrados en concretar rondas de inversión y conseguir el financiamiento para impulsarlo. También se encuentran en conversación con diferentes actores para tejer asociaciones estratégicas que les permitan cumplir con la meta.

Está pensado que el caramelo no incluya conservantes, colorantes y gluten y que lleve entre sus ingredientes polvo de fruta deshidrata, azúcar de caña integral y miel para darle dulzor. Los mismos aportarían proteínas y vitaminas que se encuentran en una amplia gama de alimentos para solucionar la desnutrición proteico-energética que afecta a una gran cantidad niños y desata diferentes problemas a nivel cognitivo y de crecimiento.

“Ya sabemos que en el mercado hay caramelos saludables y sin azúcar, o caramelos que aportan algunas vitaminas a los niños, pero el concepto de esta marca es la de ofrecer caramelos saludables que alimenten, ahí está el diferencial”, sintetizó el emprendedor.

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