La deuda soberana en dólares mantiene la sensibilidad al resto de emergentes

El análisis de situación del economista Lucas Yatche Head of Strategy and Investments de Liebre Capital

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Inflación creciente en Estados Unidos, subas de la FED y la tasa de rendimientos de bonos del tesoro americano a 10 años rozando el 4% (niveles máximos desde el 2008) son factores que explican esta situación. El fly to quality empuja a los inversores a salir de títulos emergentes y buscar activos conservadores.

Al mismo tiempo, la renta variable sufre tanto a nivel internacional como local. El VIX (índice que mide la volatilidad implícita de la bolsa de Estados Unidos) con 33.8 puntos recientes toca niveles no observados desde octubre 2020. En este marco, creemos que la política contractiva de la FED se mantendrá en el corto plazo, y así también la volatilidad en los mercados.

Haciendo foco en los drivers locales que afectan a los activos, sin dudas el ajuste gradualista en términos fiscales sigue dejando sabor a poco en el mercado. Si bien se han observado políticas de shock con cierta ortodoxia en el plano monetario con fuertes subas de tasas, está claro que es insuficiente si no vienen en línea con medidas fiscales.

En términos cambiarios, la incertidumbre reina con el fin del dólar soja. Con expectativas deterioradas la brecha cambiaria no cede y no logra perforar el 100%, lo que sigue remarcando la necesidad de una aceleración devaluatoria. Lo mismo se ve reflejado en las TEAs de los futuros de ROFEX y de los precios de los activos Dólar Linked.

En línea, la balanza comercial deficitaria (por tercer mes consecutivo) es otra variable que refleja el atraso cambiario. Por el momento el Gobierno muestra señales principalmente regulatorias y de mayor desdoblamiento. Las emisiones de deuda CER y Dólar Linked del Tesoro convalidan la intención de evitar shocks devaluatorios.

(*) Lucas Yatche Head of Strategy and Investments de Liebre Capital

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