El levantamiento de las restricciones a la exportación de carne a china supondrá un ingreso adicional de divisas de entre u$90 millones y u$s130 millones. Como contrapartida, el precio de la vaca podría subir hasta un 20% por factores estacionales y mayor demanda, aunque en principio no debería afectar los valores de la hacienda de consumo.
Con esta medida, el Gobierno apunta a descomprimir el conflicto que mantiene con el campo a raíz de la Resolución 408/2021, y va en sintonía con la designación de Julián Domínguez al frente de Agricultura.
El flamante ministro se reunirá con integrantes de la Mesa de Enlace, en un contexto en el que, en materia de comercio exterior, el ingreso de la vaca reactivará la actividad en los frigoríficos, implicando para el Estado un ingreso extra de u$s8 a u$s13 millones de dólares en derechos de exportación. En paralelo, las vaquillonas y novillitos con destino consumo se comercializan con bajas, que no se trasladaron a los mostradores.
En el último mes, la hacienda de consumo tuvo bajas que oscilaron entre los 5 y 10 pesos por kilo. Los operadores del mercado coincidieron en destacar que esta caída no se debe al cupo exportador. Las razones se deben buscar por el lado de una demanda que no puede convalidar más aumentos en los mostradores de las carnicerías.
La normativa que limitas las exportaciones, vigente desde finales de mayo, aplicó restricciones a las ventas externas de vaca con destino a China, cupo Kosher, novillo no Hilton y un listado de siete cortes parrilleros de vaca. A partir de su implementación, el Gobierno autorizó un cupo de 3.500 toneladas mensuales de Kosher, con destino a Israel.
De acuerdo a estadísticas privadas, las ventas externas de agosto crecieron un 25% en relación a julio, en parte por la apertura de Israel y la mayor incidencia de la Cuota 481, compuesta de carne de feedlot de alta calidad con destino a Europa.
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