Las aguas bajan turbias: conflictos portuarios meten ruido en una cosecha tensionada por la falta de gasoil

A la parálisis en las terminales de TPR se sumó el estado de alerta lanzado por Dragado y Balizamiento ante la falta de avances en la Hidrovía

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El conflicto desatado en las terminales I y II del puerto de Rosario paralizó la descarga de cereal de camiones, provocando serias complicaciones logísticas en la zona. Y más allá de la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno, todo hace pensar que la tensión escalará ante lo lejano de las posturas. Pero el SUPA no es el único que se puso firme. Dragado y Balizamiento ratificó que se encuentra en estado de alerta por falta de definiciones respecto a la Hidrovía, y también amenaza con medidas de fuerza. Ambas situaciones explotan en plena cosecha gruesa, en un contexto ya de por sí tensionado por la falta de gasoil y la escasez de divisas.

Schmidt vuelve a la carga

La Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), que lidera Juan Carlos Schmid, ratificó el estado de alerta ante lo que consideró “un nuevo fracaso” en las negociaciones mantenidas en el Ministerio de Trabajo como parte de la conciliación obligatoria por el conflicto desatado ante lo que consideran una “falta de definiciones por la licitación de la Hidrovía”.

Un documento de la entidad, que agrupa a casi dos decenas de gremios marítimos, portuarios, fluviales y de la industria naval sostuvo que el nuevo encuentro en el Ministerio de Trabajo para reclamar “definiciones” respecto de la licitación de la Hidrovía Paraná-Paraguay y el sistema de navegación troncal “no produjo resultados positivos”.

Cabe recordar que la Fempinra había convocado y realizado una huelga nacional el 21 de abril último, tras lo cual se decretó la conciliación obligatoria. “Al no haber acuerdo, se convino un cuarto intermedio hasta el próximo 16 de mayo, pero la federación advierte que se profundizará el plan de lucha”, sostuvo el documento.

Juan Carlos Schmid

De hecho la entidad ratificó el “estado de alerta” y reclamó por medidas concretas para el sector portuario y fluvio-marítimo. Cabe recordar que días atrás en la Bolsa de Comercio de Rosario, el también titular del Sindicato Personal de Dragado y Balizamiento (Dragybal) y adjunto de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), se había despachado con fuertes definiciones contra el Gobierno nacional.

“El sistema de navegación troncal está en manos del Estado y el Estado está funcionando como un ente recaudador y no resuelve la cuestión de fondo que hay que resolver que es la planificación, la proyección sobre el futuro de la Hidrovía”, había dicho a Ecos365, en el marco del 16° Encuentro Argentino de Transporte Fluvial (EATF). La resolución que define el control y la recaudación en manos del Gobierno vence en septiembre, y el Schmid cuestionó que siga sin saberse qué pasará a partir de entonces.

Estado de abandono

El dirigente sindical había planteado la existencia de una “política de abandono”, que quedó de manifiesto cuando días atrás estuvo a punto de hundirse una draga que fue casi por completo desmantelada por delincuentes, y debió ser rescatada por un escuadrón de buzos que llegó de Buenos Aires.

Donde sí se produjo un hundimiento fue en uno de los muelles operativos gestionados por Terminal Puerto Rosario (TPR), donde una pala mecánica fue devorada por un gigante pozo. En este caso el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), delegación Rosario, apuntó directamente contra la empresa por falta de inversiones, y la acusó de querer generar un conflicto con el gremio para desviar la atención de su deber como concesionaria.

“Hablan de sanciones disciplinarias y de bajo rendimiento, pero se trabaja como se puede, con infraestructura muy deteriorada”, dijo en conferencia de prensa César Aybar, titular del SUPA y calificó como un “lockout patronal” la suspensión de 1000 trabajadores y la advertencia de la empresa de que sólo despidiendo a la mitad del personal cerrará la ecuación económica.

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