Los eventos corporativos se reactivan en Rosario, pero por ahora con turismo de cabotaje

Empresas e instituciones de a poco cambian lo virtual para retomar lo presencial, con el sector farmacéutico y el agropecuario al frente. Las limitaciones y las nuevas tendencias

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Después de casi dos años enteros de desolación, los eventos corporativos se reactivaron en Rosario. Tal vez no con el mismo impulso que lo hicieron los sociales, para los que ya es difícil conseguir salones a fin de año e incluso para 2023. Pero las empresas e instituciones de a poco empiezan a dejar de lado lo virtual para retomar lo presencial, con el sector farmacéutico y el agropecuario al frente. Sin embargo la falta de conectividad aérea, la crisis económica y la dificultad para reemplazar el recurso humano perdido conspiran para que la recuperación sea plena.

Panorama sectorial, agenda 2022/2023 y nuevas tendencias en la organización de eventos en la ciudad, fueron algunos de los temas abordados por Gustavo Curto, vicepresidente del Rosario Convention & Visitors Bureau, en la entrevista con Ecos365.

- ¿Cuándo comenzó la reactivación de los eventos corporativos en Rosario?

- Cuando avanzó la vacunación, bajó mortalidad, se desocuparon los sanatorios, la gente tuvo el primer indicio de confianza para empezar a salir, para acudir a los eventos. La segunda instancia fue la recuperación de confianza de quienes organizan los eventos, que se logró con la apertura de fronteras y aeropuertos. Todo esto dio la sensación de que la cosa estaba más controlada y permitió la reactivación.

- ¿Y fue una reactivación de golpe o paulatina?

- Este negocio no es de un día para el otro como puede ser la reapertura de un restaurante. En esto necesitás como mínimo dos meses de anticipación, hasta cuatro años como máximo. Para el evento presencial lo primero que se mira es cómo está la pandemia, si la institución que lo organiza está de acuerdo en volver a la presencialidad y en si dan los números, porque debe haber un equilibrio entre lo presencial y la financiación: si viene poca gente, el evento no se puede hacer. Necesitás un flujo mínimo de asistentes para que haya sponsors y se pueda concretar un congreso, una convención, un evento deportivo, etc. La tendencia te la va dando el evento social, que al principio tenía poca asistencia y de a poco fue creciendo hasta llegar a la normalidad actual. Hoy con el corporativo estamos en plena reactivación, en pleno fortalecimiento de empresas e instituciones. Se está trabajando muy fuerte en la promoción de eventos, a nivel local, nacional e internacional, buscando captar eventos científicos, institucionales, profesionales. Los eventos científicos, sobre todo nacionales son los primeros que se reactivaron, los internacionales cuestan un poco más. Todavía hay algunos problemas con algunos vuelos que no se normalizaron del todo. La conexión aérea está transformada pero con el tiempo se irá acomodando.

- ¿Se trata en su mayoría de eventos viejos que fueron suspendidos por la pandemia o son nuevos?

- Hay de todo un poco. Primero se reactivaron los sociales, luego los corporativos sobre todo de laboratorios médicos y del campo, después de la experiencia de Expoagro tomaron gran impulso. Todavía vemos que hay un mix, algunos siguen siendo virtuales para cumplir con el calendario, otros que se habían pospuesto se reprogramaron para estas fechas y también están los que se suspendieron de manera definitiva o cambiaron de sede. Por suerte la mayoría se termina haciendo presencial, sólo que cambiaron las fechas.

- ¿Quedan huecos en la agenda rosarina 2022 y 2023 para eventos?

- Tuvimos un primer semestre alentador, y esperamos el segundo con mucho más eventos, pero la agenda no está cubierta. Hoy se están reservando y confirmando con poca anticipación, sorprende que te digan: la semana que viene hay tal cosa. En esto nos acostumbramos a trabajar rápido e improvisar, algo que en otros lados no ocurre. Estamos vendiendo a muy corto plazo, no se están programando a largo plazo. El 2023 a esta altura debería estar más cargada, pero no es así. Igualmente hay mucha consulta y pedido de presupuesto.

- La crisis económica, además de la pandemia, ¿conspira para una reactivación plena del sector?

- Sí, de los dos lados. Empresas del sector acumularon deudas que hay que pagar, se hacen convenios, pero aquel que al principio te decía que pagaras cuando pudieras, ahora quiere todo ya. Está claro que la inflación afecta a todos. Y del otro lado, aquellas instituciones que se vieron afectadas en los recursos por ahí no hacen el evento o lo hacen más chicos.

- ¿Cómo están con los recursos humanos? Son muchos los sectores en los que faltan.

- Es la otra crisis. Muchas empresas perdieron valiosos recursos y hoy les cuesta mucho sustituirlos. No hay mano de obra calificada, mucha gente emprendió cosas nuevas, cambió de rubro, algunas empresas cerraron, y todo eso afecta al más grande y al más chico, y no sólo pasa en Argentina: hay cadenas internacionales que tienen el mismo problema. Esto va más allá de la pandemia, también hay un cambio generacional donde los jóvenes ya no piensan en trabajar 20 años en una empresa, prefieren estar un tiempo y probar otras experiencias u otros países. Por eso en nuestro negocio, tratar de mantener la calidad es difícil porque el nuevo recurso humano necesita capacitación, experiencia que el que se fue ya tenía.

- ¿La pandemia cambió algunas tendencias en la organización de eventos?

- La pandemia impulsó mucho la tecnología, los eventos virtuales, pero ahora están volviendo a ser una herramienta más, no la única. Es difícil reemplazar enteramente un evento presencial por uno virtual por la cuestión social. Si hay que resolver algo urgente, el congreso se transforma en virtual y se hace ya. Pero el evento también tiene eso del viaje, conocer destinos, encontrarse con otros profesionales, charlar, compartir una cena, hacer negocios, y todo eso no lo reemplazás y se extrañaba. No por nada ya no se festejan sólo los 40 o los 50 años, hay tente que festeja los 43, los 51, estaba esa necesidad.

- En algún momento se buscó posicionar a Rosario liderando el ranking de organización de eventos. ¿Estamos lejos de eso? ¿Se perdió mucho terreno en estos años?

- Hoy todos tenemos que remontar. Tenemos la mala fama de la inseguridad, cuando sale un hecho delictivo en medios nacionales, la gente cree que ocurre en lugar donde va a ir. El que organiza eventos sabe que no va a exponer al contingente a lugares inseguros, pero esta fama que tenemos nos juega en contra. Hay que solucionar este tema de la inseguridad y luego hacer una fuerte campaña como hizo Medellín, que pasó de ser la ciudad de los carteles a la ciudad de la paz y el amor.

- ¿Cómo están hoy los costos locales para el extranjero que viene a un evento?

. Los costos están muy bien, le rinde mucho el dinero al extranjero. Pero falta conectividad aérea: para el que deja su consultorio de otro país para venir acá, no es lo mismo dejarlo cuatro días que nueve por la falta de conectividad. Y a nosotros nos pasa lo mismo cuando viajamos afuera.

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