¿Los rosarinos cambiaron la dieta? Al igual que la carne, también cayó fuerte el consumo de frutas y verduras

Desde el Mercado de Productores estiman que la baja en las ventas alcanza el 25% interanual, pese que los aumentos de precios están por debajo de los de otros alimentos. Las razones

     Comentarios
     Comentarios

Se sabe que el otoño, y particularmente el invierno, son los meses más complicados para las verdulerías, porque la gente suele comprar menos vegetales y frutas que en temporada estival. Pero este año está siendo especialmente duro para el sector, al punto que se estima que las ventas cayeron un 25% interanual, pese a que los aumentos de precios están por debajo de los de otros alimentos.

Como siempre suele ocurrir cada vez, en abril Alimentos y Bebidas volvió a ser uno de los ítems con mayor incremento en sus valores en Santa Fe. Concretamente la inflación del rubro fue de 6,7%, la segunda más baja después de indumentaria (8,8%) y por encima del promedio de 5,9% medido por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos.

Pero en el desagregado, hay notorias diferencias de valores. Mientras que el precio del filet de merluza fresco subió 16,9%, las hamburguesas congeladas lo hicieron 14,4%, el pollo 12,4% y el pan 11,6%; el del tomate redondo cayó 18,5%, la lechuga bajó 12,1% y la banana 4,2%. Además, la manzana apenas subió 0,1%, la papa 1,7% y la cebolla 4%, según los datos oficiales.

“Del monitoreo habitual que hacemos, vemos que los precios han bajado o se estabilizaron, y eso es porque hay buena producción”, manifestó Gustavo Suleta, administrador del Mercado de Concentración Fisherton. En diálogo con Ecos365, admitió que puede que la abundancia de productos se vea afectada en junio, con la llegada de las primeras heladas, y por ende durante dos tres semanas se produzcan algunas subas de precios.

“De cualquier modo seguro serán menores a las registradas en enero, cuando en plena sequía se produjo una escasez importante”, explicó. Cabe recordar que aquella vez el precio del tomate se disparó por encima de los $600 el kilo en algunas verdulerías céntricas, producto de que el cajón había saltado de los $2000 a los $5000, para estabilizarse luego en $4000. “El tomate suele ser el producto que mide el pulso del resto y veremos qué pasa esta vez, aunque estimamos que el ajuste no será tan grande”, dijo.

Es que tampoco hay demasiado margen para aumentos, habida cuenta de la brusca caída del consumo. “Hoy el movimiento cayó entre un 20% y un 30% interanual, y esto tiene que ver con que más allá de que los precios no se dispararon, el poder adquisitivo se deterioró mucho”, manifestó Suleta y agregó que pese a la baja en las ventas, no varió la cantidad de operadores en el marcado. “Están acostumbrados a las épocas de vacas flacas, y siempre cuentan con una reserva”, señaló, más allá de que la caída esta vez fue un poco mayor que otros años.

Fácilmente se puede entender la sostenida merma en el consumo de carne a partir de los fuertes y constantes aumentos registrados: en el caso de la vacuna, sólo en abril subió 8,4%, y el aumento interanual llega al 67,9%, superando la inflación. Esto no se da en frutas y verduras, donde los valores, como se dijo, al menos en el último mes bajaron o tuvieron incrementos por debajo del promedio general. La explicación que se le puede encontrar en este caso (y más allá de cambio de consumo por estación) es que frutas y verduras son menos rendidoras que otros alimentos y se echan a perder mucho más rápido, por lo que ante la crisis hay mayor propensión a los no perecederos.

Pero también hay otra mirada más cruda, si se considera que no han sido reemplazadas directamente por otros productos, como en otras ocasiones. “La gente está comiendo menos que hace un año, y eso queda en evidencia con la caída de 8 puntos del consumo masivo”, aseveró Juan Milito de la Unión de Almaceneros. “En otras crisis, subía la compra de arroz, polenta y fideos. Hoy sólo se sostienen estos últimos, pero todo el resto ha bajado”, agregó. “Hoy la mayoría de la gente apenas llega a fin de mes, y recorta hasta en la comida”, consideró el almacenero.

Comentarios