Más de la mitad de las pymes que componen la industria manufacturera incurrió en gastos extra para cubrir bajas de personal por licencias o suspensiones. Se trata del rubro más afectado, seguido por la construcción.

El dato se desprende de un amplio relevamiento nacional realizado por la Fundación Observatorio Pyme, que tomó en consideración empresas de hasta 800 trabajadores, con el fin de analizar los gastos adicionales que asuman las firmas en el contexto de la pandemia. “Vemos que en la Industria Manufacturera, más de la mitad de las empresas (54%) asumió erogaciones extraordinarias a causa de licencias y suspensiones; en segundo lugar (aunque con importante diferencia), aparecen las empresas de Construcción (35%)”, se indicó.

En tercer lugar se ubicó el Comercio, donde el 33% de los consultados admitió haber incurrido en estos gastos extraordinarios, seguido por Servicios 29% y Agropecuario – Recursos Naturales 21%. Estos sobrecostos se suman al enorme aumento en los insumos con precios dolarizados, tanto por la devaluación como por la escasez y la especulación de proveedores, que en buena parte se termina trasladando al precio final del producto o servicio, avivando la descontrolada inflación.

“Sorprende la capacidad de supervivencia de nuestras pyme. Actualmente, sin el efecto beneficio del ATP, más del 50% se sostiene con altos porcentajes de personal inactivo que promedian el 15% del total, además de contar con gastos extraordinarios de sanitización, traslado del personal y protocolo de organización productiva muy significativos”, destacó al respecto Vicente Donato, especialista en Economía Industrial.

Actualmente, sin el efecto beneficio del ATP, más del 50% se sostiene con altos porcentajes de personal inactivo que promedian el 15% del total"

“Pero las energías empresariales de supervivencia podrían estar agotándose. Habrá que estar atentos a la evolución de esta estadística porque, a pesar de que la actividad económica muestra signos de recuperación, aún hoy la mitad de las empresas más pequeñas no logró recuperar el nivel pre-pandemia y, sobre esta base de debilidad del segmento, deberán enfrentar la segunda ola del Covid-19. Las estadísticas nos muestran que el nivel de producción de las empresas menores en su conjunto se sitúa hoy 9% por debajo del nivel pre-pandemia”, advirtió.

“En un escenario de gran diferenciación de situaciones reales, el criterio de asignación del Repro II sólo en base a la caída del facturado no resulta suficiente para sostener la actividad de las firmas. Existen empresas al borde de la supervivencia que, aun no sufriendo una del caída 20% de su facturación, están sosteniendo altos costos derivados de la situación de riesgo de su personal que excede su propia responsabilidad”, continuó.

“Por esta razón, el criterio para la asignación de recursos fiscales escasos a través del Repro II debería ser enriquecido con nuevos parámetros regionales, sectoriales y dimensionales. En esta situación de emergencia por el rebrote del Covid, situaciones especialmente gravosas, deben poder ser atendidas con nuevas medidas de emergencias a través de diferimientos fiscales bien diseñados”, cerró.