Necesitaban energía y montaron criadero de chanchos modelo para generar biogás y fertilizantes

Simula un ambiente natural para los cerdos, lo que les permite producir más y mejor carne. Los desechos son reconvertidos en energía y abono natural

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Con el objetivo de autoabastecerse de la energía necesaria para poner en funcionamiento una trituradora de neumáticos, una empresa local invirtió fuerte en un criadero de chanchos. Los residuos que estos produzcan serán reutilizados para producir fertilizantes naturales, con los cuales se reemplazarán a los químicos, y para generar el biogás que precisan para la maquinaria. Además, obtendrán un excedente que será donado a instituciones de bien público.

“Se trata de hacer economía circular, aprovechando al máximo cada residuo para convertirlo en algo útil para otro proceso”, aseveró Gustavo Calamari, al frente de Grupo Calzim, y consideró que la mayoría de los criaderos de cerdos deberán aggiornarse a este concepto para que los números sean positivos.

“Nosotros empezamos con el criadero de cerdos para producir energía, en los purines vimos la posibilidad de autogestionarla, tendremos excedente y lo daremos a instituciones de bien público”, indicó Calamari en diálogo con Ecos365. Pero además, no se trata de un criadero más, sino que se lo adecuó para que el ambiente sea más natural para el chacho, sin boyero, con menos cemento, más paja y tierra. “Acá el cerdo tiene más espacio para hociquear, está más desestresado, y por eso la producción y la carne es mucho mejor”, indicó.

Con 1500 madres productivas, y una capacidad de entre 13 y 14 lechones por cada una, actualmente abastecen al mercado interno, aunque tienen en mente un proyecto de faenado propio. El bienestar animal es una de las patas de la iniciativa. Después está la reutilización de los desechos. Es por eso que las camas profundas en la que se encuentran los chanchos tienen entre 30 y 40 centímetros de paja, arena, cascarilla de arroz, fardo grueso y fardo de trigo arriba.

“Juntamos sus heces y hacemos compost con el cual damos de comer a las lombrices y armamos humus. En el campo aplicamos este humus y los purines líquidos los usamos como único fertilizante para la siembra de maíz que después será el alimento de los cerdos. De esta manera, los únicos residuos que tenemos son los patológicos, pero cada vez reemplazamos más los antibióticos por probióticos, por lo que la generación de basura no reutilizada es casi nula”, explicó el empresario que también es dueño de Worms, empresa especializada en tratamiento de residuos, nacida en Rosario pero con sede operativa en un predio de 30 hectáreas en Arroyo Seco.

Allí mismo se encuentra su otra firma, Grupo Calzim. El vínculo entre ambas compañías se dará cuando a partir del criadero se abastezca a una planta de biogás capaz de generar 2 megas de energía. La misma se empleará para poner en marcha la trituradora de neumáticos más grande de Latinoamérica, con capacidad para tratar 30 mil gomas por hora, lo que brindará una solución ecológica a un desecho que es altamente contaminante. Además, permitirá extraer insumos que podrán ser reutilizados en la construcción y siderurgia.

“Tenemos cuatro hectáreas enfrente y estamos trabajando para armar la planta de biogás, que no será sencilla por las inversiones que requerirá, pero que nos permitirá cerrar por completo el círculo productivo, generando gran cantidad de mano de obra, y tratando todos los efluentes para no generar ningún tipo de contaminación ni mal olor”, finalizó.

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