El Gobierno postergó el aumento de los impuestos a los combustibles que estaba previsto para este 1° de diciembre y lo aplazó hasta marzo. La actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC) hubiera implicado un incremento del 8% para las empresas y del 2% en el precio final, en un contexto de inflación desbocada.
Así quedó establecido a través del Decreto 820/2021 publicado este miércoles en el Boletín Oficial, en el que se aclaró que dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles.
Cabe recordar que los impuestos a los combustibles se actualizan en forma trimestral de acuerdo a la evolución de la inflación medida por el Indec. No obstante, desde el gobierno de Mauricio Macri en adelante se fue extendiendo el plazo de actualización para evitar subas de combustibles que impacten sobre el precio de otros productos.
En este caso, se justificó la medida con el fin de “asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios”. Los valores de la nafta y el gasoil en surtidores se encuentran congelados desde mayo, pese a un salto del precio del petróleo a nivel internacional donde pasó de u$s69 el barril a un récord de u$s84,71 el mes pasado.
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