La historia comenzó hace 13 años, cuando el sector agropecuario llevó adelante una de las más grandes gestas que se haya visto con la recordada “Resolución 125”. Corría el 2008 y el interior productivo atravesaba tiempos candentes, desde todo punto de vista. Era tal el desconcierto, que en la ciudad de Rafaela las necesidades llevaron a un grupo de empresarios a conformar una entidad para aunar esfuerzos y fortalecer lazos, tendientes a preservar la actividad y puestos de trabajos que había en juego. Así surgió la Cámara de Empresas Proveedoras del Agro de Rafaela (CEPAR) que, apagado el incendio de ese entonces, se disolvió por completo.

Pero en 2016, con las brutales inundaciones registradas en el mes de abril, el mismo grupo volvió a resurgir. Esta vez con nuevos protagonistas porque, como en toda empresa familiar (una característica del sector y la zona) el recambio generacional dijo “presente”.

Actualmente, la entidad está conformada por 20 empresas y, entre todas, generan más de 500 puestos de trabajo directos. “Ha pasado mucha agua debajo del puente”, como reza el refrán, pero está claro que la institucionalidad y el apoyo al productor se mantienen intactos, máxime cuando el contexto lo amerita.

“A nosotros nos unió el espanto definitivamente porque la puesta en marcha otra vez de la Cámara se dio en un contexto realmente complicado, con inundaciones que impactaron en la zona dañando toda la estructura productiva y, por ende, afectando con fuerza toda la rueda económica”, reconoce a Ecos365, el presidente de la CEPAR, Ezequiel García.

“Resiliencia” es un término cada vez más escuchado en épocas de crisis y, quizás, se adapte a la perfección para este grupo de empresarios que vuelven a ver cómo el sector agropecuario está bajo la lupa oficial.

La entidad agrupa a firmas vinculadas a distintos rubros. Están aquellas cuya actividad principal consiste en el equipamiento para tambos, teniendo en cuenta que Rafaela está en la principal cuenca lechera del país, pero también hay empresas de maquinaria agrícola, de productos veterinarios, de agroinsumos. En esta diversificación de actividades, la competencia también está a la orden del día.

Sin embargo, García destaca que “todos tenemos claro que cada empresa tiene su visión, estrategia y objetivos, pero logramos que haya un grupo humano muy comprometido; aquí compartimos problemas y necesidades, sin importar la facturación, cantidad de empleados o lo que genere cada firma”.

Problemas comunes, soluciones conjuntas

Existen problemáticas comunes que afectan al sector primario como la presión impositiva, la inseguridad rural y los altos costos que se esconden detrás de la preparación del producto final. Todo eso influye en los márgenes y obliga a los productores a rever estrategias. Precisamente esas decisiones impactan de manera directa en los asociados de la Cámara. 

De todas maneras, el presidente de la CEPAR reconoce que siempre “estarán acompañando al productor”. Es una sinergia inevitable entre ambas partes, que redunda en beneficios para toda la comunidad. “El campo es un motor que contribuye al crecimiento y desarrollo de la región, y es lógico que a nosotros nos preocupen los temas que afectan o no a los productores”, confiesa.

En ese sentido, se refirió al cierre de exportaciones realizado por el gobierno nacional, cuyo plazo de 30 días expirará el fin de semana. “Hoy es un tema que nos desvela porque estamos atentos al impacto que pueda tener en las empresas de la región”, expresa.

Cabe destacar que la Cooperativa Lehmann es una de las firmas asociadas y cuenta con un área de hacienda muy consolidada, que debió suspender los remates cuando la Mesa de Enlace determinó un cese de comercialización. “Todo repercute, por eso estamos en alerta y en permanente comunicación”, admite.

Desafíos para lo que viene

Uno de los desafíos de cara al futuro está relacionado con la posibilidad de fortalecer la institucionalidad, teniendo en cuenta que la entidad aún carece de personería jurídica. “Estamos trabajando para lograrla, haciendo todo tipo de averiguaciones, pero lo más importante es mantener la actividad de la Cámara porque cuando hay mucho trabajo no es fácil reunirse y dedicarle el tiempo que se necesita”, remarca.

Actualmente, la entidad integra las filas del Centro Comercial e Industria de Rafaela, que preside Diego Castro (quien fuera el primer presidente de la CEPAR). Las empresas no escapan al escenario de pandemia y prácticamente todas debieron readaptarse a fenómenos como el comercio electrónico. “El tema del cheque electrónico nos movilizó y lo que era un susto al principio terminó siendo positivo porque hoy todas trabajan con esa modalidad”, destaca.  

Por último, García menciona la necesidad de contribuir con la comunidad desde el espacio que encabeza. En ese sentido, señala que hay una “connotación social” que debe reforzarse y para ello, cada vez que pueden, realizan acciones solidarias que contemplan la provisión de alimentos básicos para sectores más necesitados. “Nosotros acompañamos al productor y a la sociedad de la cual somos partes, entendiendo que el bien común tendrá beneficios para todos”, concluye.

Socios

La nómina completa de socios de la CEPAR es la siguiente: Agrícola Rafaela; Remonda Castro; RT Industria; Insupec; Comercial 6 de Agosto; Veterinaria Rafaela; Corralón Don Pica; ServiTambo SRL; Pharma Feed SRL; Peiretti Agro; Cooperativa Guillemo Lehmann; Portón Comercial; Pecora Maquinarias; Grosso Tractores; Cassina José María; Sabione Maquinaria; Tamagnini SRL; Oitana S.A.; Metalfor; TRT S.A.