Pyme rosarina creó tecnología para combatir el Covid-19, no la dejan exportar y entró en crisis

Había invertido fuerte en el diseño y producción de lámparas ultravioletas que eliminan todo patógeno en espacios cerrados. Una traba burocrática complicó sus planes

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Ni bien estalló la pandemia, cuando todavía estaban lejos las vacunas, un grupo de ingenieros  formados en Rosario fue de los primeros en desarrollar lámparas con tecnología UVC, capaz de desinfectar por completo un ambiente cerrado, eliminando también el Covid-19. Fueron reconocidos por las autoridades, e incluso llegaron a la prensa internacional, pero cuando comenzaron a producir en masa, se encontraron con serias trabas a la hora de obtener el ok para exportar a los principales mercados del mundo. En cambio el Gobierno sí autorizó la importación de aparatos similares, complicando seriamente los números de la empresa. Tenían la tecnología, el diseño y la gente para dar el salto internacional, pero no les quedó otra que achicarse al mínimo y apuntar a otros nichos para sobrevivir.

Es el caso de UVC Soluciones, compañía fundada en la ciudad y que saltó a la fama el año pasado por sus desarrollos en el marco de la pandemia. “Habíamos comenzado utilizando los rayos ultravioletas para potabilizar el agua, pero con el coronavirus aplicamos esta tecnología a la desinfección de espacios cerrados y mucha gente se interesó en nuestro trabajo”, comenzó diciendo Maximiliano Uranga, ingeniero industrial y uno de los responsables de la firma.

“Había que evangelizar el mercado, porque se trataba de un producto novedoso y existían dudas respecto a la seguridad que brindaba”, reconoció el profesional y agregó que esto los llevó a mantener reuniones con médicos para la implementación en consultorios, con empresas de transporte y empresas de todo tipo. Para eso diseñaron varios modelos con diferentes tamaños (según las dimensiones del espacio donde se colocaría), características (fijo o portátiles) y funcionalidades. Incluso sacaron una versión más económica, de tipo hogareña, para llegar a un público masivo.

“Nos costó hacer pie en consultorios, pese a que en los quirófanos algo parecido se usa hace 40 años, pero con las empresas y oficinas nos fue mejor”, admitió Uranga en diálogo con Ecos365, y agregó que fue de gran ayuda el aval que el Conicet le dio a esta tecnología. Precios hasta diez veces más bajos que los diseños europeos hicieron que la fama de UVC Soluciones trascendiera las fronteras, y comenzaron a llegar pedidos del exterior. Sin embargo la compañía se encontró con una inesperada traba burocrática, que incluso hoy, a un año y medio, todavía no se logró resolver.

Los entes certificadores empezaron a demorar el aval de seguridad internacional exigido por la Unión Europea y Estados Unidos. “Primero nos dijeron que desde Relaciones Exteriores no habilitaban a hacer estas certificaciones, pero después de mucho insistir, nos terminaron admitiendo que no tienen profesionales capaces de hacerla. Entonces la solución que nos daban era que la hiciéramos afuera, lo que nos cuesta más de u$s6.000, un valor que no podemos asumir”, lamentó.

Si bien no es que tienen prohibido exportar, los principales mercados del mundo piden este certificado para comprar, por lo que en la práctica tienen vedados los potenciales mayores ingresos del exterior. Sin embargo, paradójicamente, las mismas autoridades que a ellos los frenan, les abrieron las puertas a productos similares fabricados en el exterior. “Es algo ridículo”, plantearon desde UVC y se preguntaron cómo hacen los entes oficiales para evaluarlos si precisamente no cuentan con profesionales idóneos.

“Nos habíamos stockeado, habíamos sumado gente, y realizado una gran inversión en producción, desarrollo y diseño, pero debimos achicarnos para alcanzar el punto de equilibrio”, confesó Uranga. Ante esta realidad, la joven firma que es apoyada por Endeavor, volvió a sus orígenes, ofreciendo nuevos productos para potabilizar el agua de piletas que cuentan con la gran ventaja de no requerir insumos químicos y lograr un largo, rápido y profundo alcance de desinfección. Además, están ideando un método de desinfección de semillas para el agro. “Estamos buscando alternativas para seguir en funcionamiento”, cerró.

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