Radiografía del comercio de la ciudad de Santa Fe: un sector que resiste en plena pandemia

El impacto de la segunda ola, la nueva normalidad y un escenario cambiante que propone nuevos desafíos

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El comercio de la ciudad de Santa Fe, es de magnitudes, según datos del Centro Comercial, conviven a lo largo y ancho de la Capital un universo cercano a las 8.000 empresas. El 96% son pequeñas y medianas (pymes) y de ese porcentaje, la gran mayoría (75%), cuenta con hasta 5 empleados. Desde Ecos365 analizamos la actualidad de un sector que aprendió a reinventarse para resistir a los embates que por partida doble enfrenta, una crisis de consumo potenciada por la pandemia.

En general, la actividad no está atravesando la segunda ola del Covid-19 bajo las mismas circunstancias que hace un año atrás. Con una economía completamente condicionada por la evolución de la situación sanitaria, hoy la realidad es diferente y está lejos de ese complicado segundo trimestre del 2020, cuando los locales y negocios estaban cerrados, sin ventas tradicionales y solo podrían operar bajo modalidades no presenciales, online, “take away” o “delibery”.

Repasemos algunos datos. Tomando en cuenta el último informe del Departamento de Investigaciones Económicas y Sociales (DIES) del Centro Comercial, en abril 2021 fue imposible de realizar una comparación respecto a abril 2020, por cuanto la mayoría de los comercios (excepto unos pocos cuya actividad fue considerada esencial) estuvieron cerrados por disposiciones del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) que regía por aquellos días.

“El Centro Comercial realiza un relevamiento de ventas mensual, que durante abril fue muy difícil de realizar por no contar con elementos comparativos, ya que durante el mismo mes del 2020 estuvimos cerrados” advirtió el gerente de la entidad Fabián Zanutigh. 

¿Cómo arrancó el comercio el 2021?

Si tomamos los primeros meses del año el análisis cambia y comienza a depender de la mirada que se tome. “Si comparamos desde abril 2020 estamos contentos porque a pesar que se vendió menos, pudimos recuperar algo de la fuerte pérdida de los meses más duros de cuarentena”, indicó Zanutigh.

“Venimos de un año muy complicado, donde estuvimos mucho tiempo cerrados, operando solo por delibery o take away”. Respecto a eso, estamos mucho mejor que el año pasado, pero medidos en volumen, todavía nos encontramos en niveles sustancialmente más bajos que antes de la crisis sanitaria”.

Rubro por rubro, vemos que el comercio es heterogéneo. Conviven buenos desempeños en “Construcción y materiales”, que está teniendo un buen arranque de año, junto con el rubro “Productos Alimenticios”, que también presenta aumentos en las cantidades vendidas.

No es la misma situación para el resto de los sectores comerciales que han tenido claramente una caída en el nivel de ventas en las comparaciones interanuales.

Cómo es el relevamiento que realiza el Centro Comercial

El estudio forma parte de la encuesta nacional que hace todos los meses la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came): el trabajo de campo lo hace el Departamento de Estudios y se le agregan algunas preguntas adicionales para tener en cuenta la actualidad del sector. 

Se analizan 21 rubros de la actividad y en Santa Fe se van rotando los comercios minoristas en base a 200 negocios en distintos puntos de la ciudad.

Un dato importante es que solo se tiene en cuenta las cantidades vendidas, sin los montos de facturación. Se mide la cantidad de comercios que vendieron menos, igual o más que durante el mismo mes del año anterior.

Segunda Ola: expectantes y optimistas

Fuente: DIES - Centro Comercial Santa Fe.

Según el relevamiento, al consultar a comerciantes sobre cuáles son las proyecciones para los próximos 6 meses, vemos que la mitad de los consultados (50%) cree que incrementará sus ventas; un 15,6% estima que bajarán aún más y un 34,4% que se mantendrán en
niveles similares. Evidenciando el espíritu optimista y el esfuerzo que los comerciantes minoristas le ponen a sus actividades, destaca el informe.

Para Zanutigh, “esto último tiene que ver mucho más con una expresión de deseo, que un análisis pormenorizado de la situación”.

Siempre nos sorprendió el grado de optimismo del comerciante. A pesar de las circunstancias, a pesar de tener un año complejo, difícil y de cuesta arriba en todos los sentidos, el 50% nos dijo que tiene buenas perspectivas de mayores ventas para los próximos 180 días”. 

La explicación puede estar dada desde la estructura del comercio santafesino, ya que la gran mayoría de las empresas son pymes. 

Esto genera una ventaja importante de cara a la relación “patrón-empleados”, porque todos se conocen muy bien y en un contexto adverso, en general, trabajan de forma conjunta para mejorar la actualidad. 

“Esto hace que la mirada hacia el futuro sea optimista, a pesar de las circunstancias”, señala el gerente de la entidad.

“Nos encontramos con informes donde 7 de cada 10 comercios nos decían que vendían menos que el año pasado, pero las perspectivas a los 6 meses bajaban al 20% que creía que iba a vender menos y un 80% que iba a vender más”.

La misma mirada tiene Martín Salemi, presidente del Centro Comercial de la ciudad de Santa Fe. “Claramente, es más una expresión de deseo, de que esto tiene que cambiar porque si no, no sé quién va a poder sobrevivir”, dijo.

Para el titular de la entidad, “existe un miedo latente a nuevas restricciones junto a un alto grado de resignación”. 

“Si hacemos un contrapunto con el sector gastronómico, el comercio en Santa Fe no está sufriendo tanto”. Sin embargo, “el comerciante nota que aumentan los contagios, se refuerzan los controles y aparecen nuevas restricciones que generan incertidumbre”, señaló.

Preocupación del empresario

En cierta medida, las perspectivas parecen buenas pero la situación es crítica, advierte Salemi, y señala que “en la previa, el comercio venía de 24 meses con caídas en las ventas, llegó la pandemia y se sumó la cuarentena”. 

“Lo primero que hizo el comerciante que no tenía espalda, fue comerse el capital y utilizar las reservas”. 

Durante el 2020 se vivió directamente una economía de guerra”. Por varias semanas las ventas se paralizaron a lo estrictamente esencial y se derrumbaron los montos de facturación, señaló.

El comercio priorizó pagar los sueldos para subsistir y después ver que gastos de extrema necesidad se podían cancelar con lo que quedaba para luego postergar todo lo demás. 

“Durante el año pasado, la mayoría utilizó el programa ATP, que fue una herramienta efectiva que nos permitió subsistir en ese período. Luego muchos decidieron tomar créditos, para refinanciar vencimientos y capital de trabajo”.

Hoy la situación es más alentadora, pero muchos comercios arrastran deudas impositivas, en alquileres y de servicios públicos”. Éste es un pasivo que está latente y que el comerciante no va poder afrontarlo hasta recomponer los niveles de ventas y obtener un margen de rentabilidad

Protocolos, nueva normalidad y horario corrido

Desde el sector afirman que “el cumplimento de los protocolos es prioritario, porque de ello depende también la tranquilidad de cuidarnos para seguir funcionando sin que sea necesario nuevas restricciones que modifiquen los horarios de atención”.

“Para el mismo se trabajó de forma conjunta con el municipio, el sindicato y las disposiciones provinciales y no creemos que haga falta mucho más en cuanto a modificaciones”. 

En ese sentido, resaltan que “estamos en el buen camino y claramente en el contexto general, dentro de los comercios no hay contagios”.

Respecto al horario corrido, la obligatoriedad que dispuso la Municipalidad de Santa Fe es que, dentro del microcentro de la ciudad, los locales comerciales deben permanecer abiertos de 9 a 19hs. Por fuera de esa zona delimitada, los negocios tienen la opción de cerrar un par de horas, pero siempre dentro de los rangos horarios generales que dictan las restricciones de circulación. 

Respecto a lo que estaba vigente hace días atrás, (de 9 a 20hs), se restringió una hora laboral, pero advierten que el impacto no fue tan importante porque coincide con un horario de baja circulación para esta época del año.

En cuanto a la implementación del horario corrido, aún la tribuna está dividida y persisten algunas dudas. Desde el Centro Comercial explican que “para algunos es ventajoso, pero no encontramos un consenso general de apoyo o rechazo al respecto”. 

Falta todavía que tengamos un debate más amplio y serio sobre si realmente queremos cambiar la forma y ritmo de vida de la sociedad santafesina”, señaló Zanutigh.

La fisionomía de la ciudad cambió

Solo basta caminar algunas cuadras, y no necesariamente transitar por los principales corredores y galerías del microcentro para advertir que dónde antes había un negocio con atención al público, ahora se transformó en un local vacío, cerrado y con un enorme cartel en la fachada que dice “Se Alquila”. 

Lo cierto es que, el sector comercial está íntimamente relacionado con el mercado inmobiliario ya que aproximadamente el 60% de los negocios santafesinos funcionan en locales alquilados.

Tomando el último informe semestral que grafica la situación desde marzo a octubre del año pasado, de casi 7.000 locales relevados, la tasa de desocupación pasó del 15,6% a 19,6% en seis meses.

En Santa Fe hay cerca de 1.400 locales comerciales desocupados, que esperan por un inquilino

A pesar de que se verificó una caída de locales ocupados, desde la entidad empresarial señalan que no fue con la intensidad que venía mostrando la situación. 

“No fue el impacto que pensábamos que podía suceder”. Hay negocios que directamente cerraron, otros se reconvirtieron, pero también notamos que muchos se reubicaron con otro formato y rubro en zonas más accesibles. La necesidad lo llevó a avanzar de esa manera e implementar mecanismos que hace 3 meses atrás no los tenían previstos.

Del otro lado del mostrador

Sin lugar a dudas hubo un cambio importante en la relación con los consumidores y la pandemia fue decisiva para que eso sucediera. Un claro ejemplo fue el crecimiento exponencial de las ventas por internet, dónde “lo que preveíamos que iba a suceder en 4 años, se dio en 3 meses”, señalan.

El comerciante utilizó todas las herramientas que tenía a disposición para adecuarse a esa nueva demanda y así ofrecer de la mejor forma posible la manera de llegar a los clientes.

“Evidentemente hubo un cambio en la forma de relacionarnos con los consumidores, internet fue uno de ellos, dónde notamos que se sigue profundizando y nos muestra una clara tendencia hacia esos canales de ventas” señala el Gerente del Centro Comercial. 

“Sin embargo, todavía falta mucho por mejorar en cuanto a la recomposición del poder adquisitivo de los bolsillos de los ciudadanos”.

Por más que las actividades estén operativas, si el poder compra no se recupera y acompaña en los próximos meses, el consumo se va resentir nuevamente, advirtió.

Vemos un consumidor que trata de aprovechar descuentos y todo tipo de promociones”. El que posee margen en la tarjeta de crédito y tienen que hacer un consumo que excede del normal, lo hace en cuotas”. 

El consumidor hoy trata de comprar con tarjetas, porque ve que los precios vienen subiendo, y aunque tenga un recargo del 15%, lo hace en 6 u 8 cuotas.

La gente trata de tomar medidas defensivas contra la inflación, son pequeños movimientos para hacer rendir más los pesos”, sobre todo a través del rubro Construcción, realizando pequeñas obras o refacciones. También se nota un repunte en electrodomésticos y tecnología y para los bolsillos más holgados que cuentan con mayor capital, aparecen oportunidades en motos y vehículos cero kilómetros.

“Con un dólar que por el momento se mantiene al margen, los consumidores se vuelvan a estos bienes y si se consigue en cuotas mucho mejor”, señalan.

El boom de Billetera Santa Fe

El santafesino está usando cada vez más el mecanismo de “Billetera Santa Fe” priorizando comprar alimentos o productos no durables.

Desde el Centro Comercial son categóricos: “Lo vivimos como una de las herramientas más efectivas que sacó el gobierno provincial en la pandemia”.

Y agregan, “el éxito del programa radica no solo en su facilidad a la hora de usarla, si no también, en que el cliente obtiene un nivel de descuento que no consigue en ningún otro lado. De esta forma, se asegura un descuento muy importante con un nivel de reintegro alto.

El segundo punto positivo que señalan desde la entidad comercial es que, en estos mecanismos, normalmente, los descuentos siempre fueron absorbidos en partes iguales entre los bancos, tarjetas, negocios o el estado. “Acá es -85-15-, de los 30 puntos de descuento, el comercio absorbe el 5% solamente”. 

Ha sido herramienta muy efectiva que es beneficiosa para el comerciante y para el consumidor”. A pesar de que en un 80% se está canalizando en supermercados y no tanto en los comercios tradicionales.

Paritarias

A fines de abril el sector logró cerrar las negociaciones salariales, acordando una actualización del 32% para este año, en cuatro tramos con cláusulas de revisión en enero del 2021.

“Siempre es una buena noticia haber encarado con éxito los acuerdos salariales”, advirtió Salemi

“Era necesaria la recomposición salarial porque, en definitiva, luego eso se ve reflejado en un mayor consumo interno para nuestros comercios”. 

Las negociaciones presentan el desafío de hacer equilibrios entre lo que está en condiciones de pagar una empresa y qué es lo que debe ganar un trabajador”. 

“Hoy un empleado de comercio que recibe entre $55.000 y $58.000 de bolsillo, sabemos que se le hace muy difícil llegar a fin de mes, pero a su vez, también es una realidad que a las empresas se les complica tener que pagar esos montos a los que hay que sumar las cargas patronales, contribuciones y ART, que en promedio rondan entre un 30/40% y en algunos casos llegan hasta un 50% adicionales por trabajador”.

“El camino que hace falta transitar es el de trabajar para coordinar los incentivos a la producción, reducir la presión tributaria de los que producen y dan trabajo”, señalan desde la cámara empresarial. 

Por último, resaltaron que “con el comercio abierto al público, los negocios pueden defenderse”

“El empresario argentino es muy resiliente y está entrenado a convivir con la crisis, por lo tanto, hoy por hoy, muchos se reinventaron, achicaron costos y la posibilidad de estar abierto te genera expectativas”.

Si enfocamos los esfuerzos para mejorar la producción, tendremos mayores posibilidades de ofrecer más y mejores productos a menores precios y de tener mayor demanda para que ganemos todos. 

Conceptos básicos de la economía que muchas veces en Argentina no se llevan adelante.

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