Región centro: cuáles son los rubros que mostraron signos de recuperación en julio

Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos registraron variaciones mensuales positivas en cinco de las once series de producción analizadas, aunque la mayoría no supera los niveles del año pasado

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Según la publicación de Indicadores Económicos Regionales, del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral, las medidas dispuestas para contener y amortiguar los efectos sanitarios del COVID-19, están moldeando el ritmo y el sentido de la actividad económica en la Región Centro, que comprende a las provincia de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.

Una mirada más agregada de la magnitud de la recesión local se obtiene del índice sintético para la Región Centro (ILCE RC-Universidad Austral). Luego de una caída interanual sin precedentes en el mes de abril, la contracción económica en julio se reduce a 5,0% interanual y desde junio registra variaciones mensuales positivas de 0,5%.

Analizando la caída acumulada hasta julio, la economía de la Región cerraría el año con una contracción aproximada de 7%. Sin embargo la retracción a fases más rígidas de la cuarentena en el mes de septiembre, muy probablemente conlleven una caída final de la actividad en 2020, mayor a la proyectada al mes de julio.

Rubro por rubro

En julio pasado, la economía de la Región Centro registraba algunos de los efectos positivos de la progresiva apertura de la cuarentena. Así, de las once series de producción analizadas en este informe, cinco presentaron variaciones mensuales, libres de estacionalidad, positivas en julio.

Sin embargo, sólo tres de las once series muestran un nivel superior al del año pasado y, el consumo energético industrial, una aproximación gruesa a la producción industrial, continúa muy por debajo de lo registrado en 2019, con la energía eléctrica de grandes usuarios y el gas para uso industrial ubicados 26% y 21% por debajo del nivel del año anterior.

En un marco general de menores ingresos y pérdida de empleos, algunos sectores logran un tímido repunte de las ventas mes a mes. Quienes venden productos de electrónica son los ganadores del retail con ventas que superan largamente (23,8%) a las del año pasado. Pero la venta de autos y motos cayeron nuevamente en julio, estrepitosamente en el primer caso y más moderadamente en el segundo.

En niveles, la venta de alimentos, electrónica y artículos para el hogar y electricidad residencial se ubicaron por encima del registro del año anterior y por primera vez en lo que va del año, también textiles vendidos en los supermercados, supera las ventas del año pasado.

En las exportaciones, se destacan el aumento coyuntural de las ventas de biodiesel en julio y en menor medida las provenientes del sector lácteo. Mientras que, para las de aceite de soja, no fue un mes de alzas en las ventas.

La menor actividad económica golpea de lleno a las arcas provinciales de la Región las que, para el periodo enero-julio 2020, cayeron en términos reales 8,2%, pero la apertura parcial de los comercios y otras actividades durante junio y julio mejoró la recaudación ya que, hasta mayo, la brecha interanual era mayor a 11%.

La magnitud relativa de la crisis local queda manifiesta en los indicadores de financiamiento bancario al sector privado. En el segundo trimestre del año la relación préstamos a depósitos a valores constantes, asciende a 0,66, es decir que los préstamos al sector privado no financiero representan tan sólo 0,66 pesos por cada peso de depósito percibido por el sistema bancario.

Este reducido nivel de financiamiento, a pesar de las tasas subsidiadas para las pymes, es un indicador claro de las dificultades que encuentran las empresas para volver al ruedo, sobre todo aquellas donde, debido a las restricciones al funcionamiento causadas por las medidas de aislamiento y distanciamiento, prácticamente han dejado de operar desde que se decretó la cuarentena en marzo.

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