Se adelanta la liquidación de temporada, entre la escasa variedad y las pocas ventas

Los locales de ropa apelan a descuentos para hacer caja y abonar compromisos adeudados. Pero las ofertas no tendrán el brillo de otros años

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En crisis desde hace más de un año, con ventas por el piso y faltante de mercadería, los comerciantes textiles adelantaron la liquidación de invierno. Sin embargo la poca variedad, el fuerte aumento que hubo respecto al año pasado, un otoño-invierno poco frío, y la restricción al mínimo de salidas por la pandemia le quitan todo el brillo a las ofertas.

“40% off en ambos y sacos pagando en efectivo, 30% de descuento con tarjeta en seis cuotas”, dice la promoción de Mr. Otto. Mientras los primeros arrancan en $18.830, los segundos tienen un piso de $13.230. “Estamos viendo que cada vez más locales comienzan con la liquidación o al menos con descuentos, incluso muchos que no solían hacer”, dijo Sofía Hernando, encargada de marketing de la tradicional marca de ropa masculina.

“El problema es que hay mucha incertidumbre y poca mercadería. Nosotros compramos productos terminados y también fabricamos, pero nos encontramos con que hay muchos artículos que no están entrando y no hay variedad de telas”, manifestó en diálogo con Ecos365, y agregó que pandemia mediante, y tras un año de retracción, en su caso “la producción de la colección primavera-verano se va a demorar”.

Francisco Carranza, de Sol Mujer y referente de la Cámara Industrial de la Indumentaria, coincidió en el análisis. “En mayo, con las primeras medidas restrictivas, hubo una oferta de mercadería con descuento para captar alguna venta por medios digitales, ya que los negocios debían asumir compromisos, pagar salarios, alquileres y deudas. Con ese dinero que entró se pudo subsistir, pero no queda mucho más por vender, la gente compra poco porque no sale y tampoco requiere de algo muy abrigado porque el invierno no fue crudo”, reflexionó.

Apuntando a un público más juvenil y en un segmento low cost, Othilia también optó por adelantar las rebajas. “Habitualmente liquidamos a principios de julio, pero ahora lo haremos en la segunda quincena de junio. Tampoco lo quisimos anticipar tanto porque el frío no llegó”, admitió Brian Zabala, su titular. Sin embargo reconoció que este año la oferta es mucho más acotada que el anterior, ya que teniendo en cuenta la experiencia de la pandemia, la producción se ajustó a un ritmo de demanda aletargado. La apuesta, eso sí, será para la temporada de primavera-verano.

Habitualmente liquidamos a principios de julio, pero ahora lo haremos en la segunda quincena de junio. Tampoco lo quisimos anticipar tanto porque el frío no llegó”, dijo Brian Zabala de Othilia

“Queremos que pase rápido el invierno para estar preparados para el verano, que tradicionalmente es nuestra temporada fuerte, y donde estuvimos mejor el año pasado a modo de marca y producción”, sostuvo. La idea de hacer descuentos, en todas las marcas en general, es la de ofrecer un gancho para un consumidor sumamente retraído, limitado en sus canales de compra a partir de las restricciones sanitarias y de un bolsillo más acotado. Para los comerciantes, hacer caja permite afrontar costos fijos que no pararon de crecer, sobre todo en insumos.

“El kilo de algodón estaba $800 a principio de año y hoy cuesta $1300 más IVA. De ahí salen como mucho cuatro remeras, que por eso no bajan de los $2.000 cada una. El año pasado empezamos con tela denim para hacer jeans a un costo promedio de $250 o $300. Con las subas que hubo del orden del 55% en dólares, actualmente la tela más barata está $440 o $450”, expresó Sergio Collatti, de This Week. Hoy un jean no baja de los $5.000. Se trata de un precio inalcanzable para muchos, pero difícil de bajar demasiado por parte del comerciante, a riesgo de resignar rentabilidad. En ese contexto, la liquidación no tendrá el atractivo de otros años.

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