Esta semana termina la baja temporal y escalonada de las retenciones al complejo sojero dispuestas en octubre por el Gobierno para incrementar la liquidación de divisas, algo que finalmente no sucedió tal como se esperaba.
Cabe recordar que la rebaja temporal comenzó a regir la primera semana de octubre y llevó las retenciones a la soja del 33% al 30%, aunque en noviembre subieron al 31,5% y en diciembre al 32%, con la soja cotizando u$s470. El objetivo era avanzar con la venta de buena parte de las 15 millones de toneladas almacenadas en los silos, con el objetivo de generar un ingreso de divisas mayor en el último trimestre del año.
Desde el Gobierno estimaban que el campo liquidaría al menos u$s5.000 millones en el último tramo del año, aunque la cifra final se acercaría a los u$s3.400 millones, influyendo mucho los 20 días de paro en los principales puertos. Todavía se conservan cerca de 12,5 millones de toneladas de la pasada campaña y el Gobierno no tiene previsto volver a ajustar las retenciones en 2021.
Lo que si continúa en análisis por el gabinete económico es una baja para las retenciones a la carne, ante un pedido concreto de frigoríficos que solicitan una rebaja de entre tres y cuatro puntos al 9% actual para los cortes de mayor valor. A cambio el Gobierno les pide un programa orientado al mercado interno con cortes a bajos precios. El temor es que ante los mejores márgenes de rentabilidad en la exportación, se eleven los precios en las carnicerías locales.
El Gobierno apunta a no generar confrontación con el campo, y para eso convocó al Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) con la meta de elaborar una ley de promoción de la agroindustria que llegaría al Congreso el año próximo con el total aval del bloque oficialista, según consignó Ámbito.
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