La Tripanosomosis Bovina es una enfermedad infecciosa provocada por un parásito que afecta a los bovinos. Está comprobado fehacientemente que no es transmisible a las personas, pero sí son susceptibles los caprinos, ovinos, búfalos y equinos. En 2016 y 2017, la presencia en los establecimientos fue muy notoria y con gran impacto. Los años siguientes se observó una disminución de casos, pero entre 2020 y lo que va de este año se advierte otra vez un importante avance, incluso en aquellos lugares donde los rodeos ya la habían padecido.

Precisamente, Ecos365 acudió a un experto para conocer más detalles de un cuadro que genera importantes perjuicios económicos y que no distingue actividades, dado que afecta a rodeos lecheros y también de cría. “Siempre recomendamos hacer un diagnóstico concreto porque tiene una sintomatología muy variable que puede confundirse con alguna otra enfermedad como por ejemplo la Anaplasmosis”, advirtió el Médico Veterinario, Martín Allassia.

Al respecto, explicó: “es una enfermedad que afecta a los rodeos ganaderos en general, pero el mayor impacto se nota en la lechería por el estrés productivo que resulta muchísimo mayor que en carne; la caída de la producción es la principal consecuencia porque la ubre no carga leche y hay establecimientos donde la enfermedad provoca efectos más duro que en otros, con una baja de la producción del 50 o 60%, en algunos casos”.

Una vez detectada la enfermedad, el profesional reconoció la importancia de constatar los signos que genera: “hay baja de producción de leche, pérdida de estado, en rodeo de cría y vacas secas n el tambo ocurren abortos grandes, puede haber algo de diarrea, pero la mayoría de las veces estamos en presencia de un animal desganado, que queda tiempo apartado y no produce”.

La tripanosomiasis es una enfermedad que no presenta una cura del 100%, aunque existan escasas drogas para su tratamiento que permiten una cronicidad o bien, una mayor tasa de eliminación del parásito. “Hay que aprender a convivir con ella y en los establecimientos deberán saber manejar los actores predisponentes que pueden contribuir a su aparición, a los fines de no darle la posibilidad que ocurra una baja en la inmunidad para que el parásito vuelva a aparecer si estaba
acantonado”.

Aparición y tratamiento

Los animales afectados generalmente padecen signos compatibles con la tristeza bovina, baja productividad, pérdida de peso, abortos y, en algunos casos, puede ocasionar la muerte. Entre animales, la tripanosomiasis se transmite por medio de insectos hematófagos (que se alimentan de sangre) como moscas y tábanos, que actúan como vectores mecánicos, por lo que su control resulta crítico para prevenir la enfermedad.

Dentro del establecimiento, Allassia comentó que la diseminación pueda darse “entre animales a mediante los mismo s hematófagos o a través de agujas o material que pueda llevar sangre de un animal a otro”. Sobre este punto, contó que puede aplicarse un inyectable de algún vitamínico, “sin una buena práctica ganadera que omita desinfección o sin intercambio de aguja entre animal y animal”.

Actualmente existe una droga para el tratamiento que debe llevarse a cabo, pero próximamente habrá otra. De todas maneras, como ya se advirtió, ninguna representa una cura de la enfermedad. Sin embargo, el experto puso el foco en una práctica que no asegura tampoco un resultado seguro.

Al respecto, reveló: “la eliminación de los animales positivos es controversial porque no es una medida 100% segura. Los métodos de diagnósticos dejan algunos animales positivos sin detectar porque hay falsos negativos por un comportamiento normal del parásito que muchas veces está en sangre y se puede detectar, y otras veces está ´dormido´ o acantonado en algunas partes del organismo del animal.”. Y afirmó: “si nosotros no consideramos esto y eliminaríamos los positivos,
probablemente la enfermedad siga dañando al rodeo”.

Recomendaciones

Para la prevención y tratamiento de la Tripanosomosis, desde organismos oficiales brindan las
siguientes recomendaciones a los productores bovinos:

• Controlar la presencia de vectores hematófagos en animales en pie y en el ambiente.
• Al ingresar nuevos animales al predio, asegúrese de que provengan de rodeos sanos, sin antecedentes sanitarios.
• Ante la presencia de cuadros de decaimiento y anemia, consultar al veterinario para que lleve adelante el diagnóstico correspondiente.
• En animales con signos clínicos compatibles o ante casos positivos a Tripanosoma vivax por técnicas laboratoriales reconocidas, hacer el tratamiento de los mismos únicamente con drogas autorizadas por el Senasa.
• Notificar a la oficina del Senasa ante la sospecha o confirmación de algún caso.
• Consultar a su veterinario ante cualquier inquietud.