El sistema educativo argentino genera miles de perfiles cada año que el propio mercado laboral es incapaz de absorber. Por eso ahora, más que nunca, es necesario que los estudiantes, además de formación, adquieran ciertas habilidades transversales.

¿Qué se puede hacer para que los estudiantes de hoy sean los trabajadores del mañana pero con perfiles y sueldos ajustados a sus conocimientos? Las habilidades transversales brinden al joven la capacidad para adaptarse a un entorno cambiante. El sitio Educación 3.0 enumeró las principales, para las cuales no solo la escuela es importante, sino también la familia.

Trabajo en equipo: saber desenvolverse con más compañeros es imprescindible para mejorar la productividad, por lo que se valoran enormemente los perfiles que son capaces de llegar a entendimientos y no generan conflictos.

Asertividad: tan importante es saber trabajar en equipo como poner límites tanto en el ámbito profesional como en el personal. Es decir, saber decir no a tiempo para evitar problemas. Y, sobre todo, encontrar las soluciones de forma anticipada.

Adaptación: la tecnología ha hecho que muchos sectores se transformen por completo y esos cambios cada vez son más veloces. Por eso se debe inculcar en las nuevas generaciones las herramientas necesarias para que sepan adaptarse a los cambios. Es decir, aceptar que todo puede ser de otra forma y que se puede mejorar.

Liderazgo: los sistemas excesivamente jerárquicos y verticales ya no sirven. Ahora es importante que los nuevos líderes tengan una visión más horizontal y tengan unas miras mucho más amplias para poder dirigir equipos que son cada vez más heterogéneos e internacionales.

Comunicación: en la era de la postverdad, conseguir que los mensajes calen dentro y fuera de la empresa es tan importante como resultar honesto.

Empatía: ponerse en el lugar del otro fortalece el trabajo en equipo. Es algo que deben tener en cuenta tanto los directivos como el resto de trabajadores.

Responsabilidad: cada empleado ha de asumir la responsabilidad con el trabajo que se le ha encomendado.

Compromiso: el sentimiento de pertenencia a una organización es muy importante. Por eso hay que inculcar habilidades en los estudiantes para que sepan mostrar su compromiso con las empresas más allá de hacer las tradicionales horas extra. El compromiso supone tener sentimiento de pertenencia y estar orgulloso de trabajar en determinada corporación.

Ser buena persona: es la clave para llegar a ser un buen líder y un buen trabajador. Aunque puede ser una de las habilidades transversales más subjetivas, lo cierto es que engloba parte del resto de cualidades.