Además, declaró: “ahora tenemos la capacidad de vacunar a niños de hasta 12 años años y más, o sea la mayoría de los estudiantes”.

Pero la reapertura deberá ser con la máxima seguridad, y también “continuaremos con el rastreo”, explicó el funcionario.

“La vacuna es uno de los pilares de la lucha contra el virus -aclaró-, pero nadie debería ser discriminado nunca: siempre que existan leyes que permitan la no obligatoriedad (de las vacunas, NDR), quien organiza la actividad escolar debe ponerlo todo en evaluación, lo que hace posible ‘garantizar’ a quienes, por elección personal o de sus padres, pensaron legítimamente para no vacunarse, para volver segura su permanencia en las escuelas”, prosiguió.

Este es un tema que, ciertamente, se retomará con la reanudación del año escolar, previsto para septiembre.

Pero los sindicatos no parecen contentos con la idea de un regreso a escuela con barbijos.

“Es una noticia desagradable: muchos padres este año denunciaron a los líderes escolares porque no querían que sus hijos mantuvieran estos dispositivos en clase. Esperamos un plan también porque los barbijos asignados por el excomisario (Domenico) Arcuri eran a menudo de baja calidad, con olores fuertes y grandes”, comentó la secretaria de la CISL Scuola, Maddalena Gissi.

El ministro de Educación, Patrizio Bianchi, dijo que “es muy importante el tema de la vacunación de los niños”, mientras la subsecretaria, Barbara Floridia, recuerda que se está trabajando para disminuir el número de estudiantes por clase y que se prorrogaron las medidas para dar al próximo ciclo lectivo espacios para que se puedan desarrollar actividades educativas con el distanciamiento previsto.

“Con el tiempo, ojalá podamos volver a la normalidad en más espacios más juntos”, añadió.