Este trabajo se realizará con el objetivo de reducir el impacto de eventuales medidas restrictivas como la suspensión de clases presenciales en esa población, afirmó Luisa Brumana, representante de Unicef en la Argentina.

La funcionaria, que integrará la Mesa que puso en funciones Argentina, dijo que ese organismo consultivo del mandatario “mirará todos los indicadores para instrumentar parámetros con los cuales las personas que deben tomar las decisiones lo hagan de la manera lo más certera posible”.

Con respecto a la nueva Mesa de Salud y Educación, Brumana destacó que sus integrantes trabajarán “con lo que pasa en cada escuela” en relación al avance de los contagios y los indicadores que influyen en su diseminación, como el transporte, “para que, cuando resulte inevitable, se deba cerrar un establecimiento escolar”.

La Mesa estará conformada por el presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, Omar Tabacco; la jefa de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Ángela Spagnuolo de Gentile; la jefa del Servicio de Control Epidemiológico e Infectología del hospital pediátrico Juan P. Garrahan, María Rosa Bologna; la embajadora especial de la OMS/OPS para América Latina y el Caribe, Mirta Roses, y la representante de Unicef en Argentina, Luisa Brumana.

Con la plataforma Cuidar Escuelas, las Escuelas Centinela, el Observatorio y el propio Consejo Federal de Educación “se viene realizando un gran trabajo para contar con datos, lo que haremos en la mesa es focalizarlo con indicadores epidemiológicos de cada escuela en los que influyen -entre otros factores- el transporte, detalló Brumana.

La funcionaria del organismo internacional aseguró que se busca “una mirada más específica y en detalle para aportar a cada jurisdicción con el objetivo de que las escuelas se mantengan abiertas lo más que se pueda. Tenemos que contar con parámetros más claros para decidir si hay que abrir o cerrar”.

PENSAR DESDE LA HETEROGENEIDAD

“Hay que pensar en esta especificidad en un país tan heterogéneo como la Argentina, no sólo a nivel geográfico sino también a nivel de vulnerabilidades”, aseguró Brumana, y sostuvo que “hay que manejar la continuidad educativa en un contexto extremadamente complejo y agravado también por esta heterogeneidad”.

Para la representante de Unicef en la Argentina, “debemos analizar todos los indicadores posibles para aportar información y entender la inevitabilidad de los cierres de escuelas”.

“La idea es que los cierres, con esta información, sean lo más breves posibles, lo más localizados geográficamente y lo más diferenciados, por ejemplo en términos de grupos etarios y que se puedan tomar en consideración las necesidades de los niños más vulnerables”, destacó.

En ese sentido, expuso que los indicadores “afectan a todos los niños, niñas y adolescentes, pero en el grupo más vulnerable el grado de afectación es más alto. En la mesa conversamos sobre la posibilidad de prestar particular atención y seguimiento a estos niños y a los que cursan educación especial”

Mesas técnicas entre educación y salud venían analizando estos datos pero la conformación de este órgano específico “les dio un nuevo impulso para establecer estos parámetros referidos a las escuelas”, dijo Brumana.

“Unicef pondrá a disposición nuestras encuestas a padres y familias y nuestros trabajos en salud mental a niños en el contexto de encierro por la pandemia”, completó Brumana.