"Si querés hacer algo de la vida hay que leer hasta quemarse las pestañas". Así parece entender Angélica Gorodischer el arte de vivir y el camino al crecimiento personal. Una mujer que desde muy pequeña encontró en la lectura una de las formas más perfectas del goce y que con rapidez la llevó a comprender que su lugar en el mundo era el de la escritura.

Estos son los tramos principales de la nota con Mesa de Diálogo:

Leer, una enfermedad que se contagia

La feminista que ama a los varones

La escritura es la consecuencia del trabajo

La narrativa por encima de todo